Valencia (España) (AFP) – Francesco Bagnaia logró a lomos de su Ducati oficial su segundo título mundial consecutivo en MotoGP, ganando este domingo en el último fin de semana de la temporada en Valencia, un entorchado que confirma al italiano como dominador de la parrilla.
Un año después de haberse convertido en el primer italiano en ganar MotoGP tras el último título del legendario Valentino Rossi en 2009, Bagnaia ha confirmado el regreso de su país al primer plano del motociclismo mundial.
Formado en la ‘VR46 Academy’, la ‘fábrica’ de pilotos creada por Rossi, Bagnaia va tras los pasos de ‘Il Dottore’, aunque aún queda lejos de los nueve titulos que sumó el maestro en la máxima categoría.
El piloto turinés de 26 años se coronó en el epílogo de una temporada apasionante donde sólo en la última carrera pudo sentenciar ante el español Jorge Martín (Ducati-Pramac).
Bagnaia y Martín presentan temperamentos muy diferentes. El italiano se muestra más reservado mientras que el español es más exuberante, pero ambos ofrecieron un duelo soberbio del que salió vencedor el turinés, que supo conservar la cabeza fría en todas las circunstancias mientras que el madrileño gastó quizá tiempo y energías valiosos de forma innecesaria y acabó por los suelos cuando aún faltaban 22 minutos para el final, ofreciendo el título a su rival.
«Tienen caracteres diferentes, es un poco como el fuego y el hielo. Bagnaia es quizá más tranquilo y reflexivo, mientras que Martín es más espectacular, siempre al ataque, pero menos regular», consideró para la AFP Hervé Poncharal, director del equipo Gasgas Tech 3.
Regularidad
La regularidad ha sido la tónica denominadora en la temporada de Bagnaia. Después de haberse caído él solo en dos ocasiones en los tres primeros Grandes Premios, demostró una regularidad matemática en las carreras dominicales.
Sin contar Argentina, donde concluyó la carrera después de haberse ido al suelo, ‘Pecco’, en efecto, subió en 14 ocasiones en el podio en los 15 Grandes Premios que concluyó. Y la estadística es casi similar en el esprint con 12 podios en 16 carreras terminadas.
Bagnaia ha venido manteniendo una tónica constante los fines de semana: a menudo en un segundo plano los viernes, fue elevando su nivel durante las calificaciones, donde casi siempre se hizo con una plaza en primera línea, sin bajar el nivel en el esprint o en la carrera.
«Es muy bueno a la hora de analizar con su equipo los datos recogidos durante los ensayos para encontrar los reglajes adecuados para las calificaciones y las dos carreras. Incluso cuando está menos bien el sábado, logra siempre mejorar mucho para el domingo», explica Hervé Poncharal.
Hermético a la presión
Como demostró este domingo, el italiano se mantiene hermético a la presión, que gestionó mucho mejor que su adversario de esta temporada. Cuando se encuentra en mala posición o tiene un problema con neumáticos, se concentra en el trabajo y el estudio de datos en vez de quejarse de su suerte.
Tras ser molestado por Martín durante los ensayos clasificatorios del viernes en Valencia, en los que tan sólo fue 15º, resultado que le envió al repechaje, Bagnaia se mantuvo estoico y no reaccionó a la provocación de su rival, aconsejándole irónicamente concentrarse en su propia actuación en lugar de molestarle.
Un día después, el italiano devolvió las cosas a su sitio, logrando pasar a la Q1 y obteniendo la segunda posición en la clasificación, mientras Martín de nuevo cometía varios errores que le relegaron a la sexta posición.
Y este domingo, el italiano supo mantenerse tranquilo al inicio de la carrera, mientras su rival buscaba desesperadamente avanzar posiciones, lo que le llevó a cometer un error y caerse.
Pero este segundo título mundial se le podría haber escapado sin un milagro ocurrido en Barcelona a principios de septiembre: poco después de la salida del GP de Cataluña, Bagnaia, sólo en cabeza, se fue al suelo y fue atropellado por el sudafricano Brad Binder (KTM) antes de ser evacuado en ambulancia y trasladado a un hospital barcelonés.
Su equipo temía una fractura que habría puesto en duda sus opciones de título, pero el italiano salió casi indemne de ese accidente y volvió a subir a su moto unos días después para lograr dos terceros puestos en el GP de San Marino a pesar de los intensos dolores. Muy fuerte mentalmente, Bagnaia también demostró su solidez física.
Vistas su regularidad y la superioridad de la Ducati, Bagnaia parece bien colocado para aumentar su cosecha de títulos en el futuro.