Tomás Goinger en la Yamaha YZ250 de 1980 | Foto: Cortesía Octanopedia

Junto a Franck D’Oléon en el Trofeo 100% Moreau

 

Octavio Estrada | Octanopedia/@octano66

 

El motociclista venezolano Tomás Goinger disfrutó en grande el evento de motocross clásico que se desarrolló el pasado fin de semana 30 y 31 de julio en la región de Normandía, al norte de Francia, cita en la que también estuvo presente el franco-venezolano Franck D’Oléon, junto a un importante grupo de campeones internacionales que acompañaron la edición 2023 del Memory Moreau.

Tomás Goinger estuvo al manillar tanto de una Yamaha YZ de 250cc de 1980, al igual que una Kawasaki de la misma época, con las que tomó parte en las prácticas y exhibiciones junto a las grandes figuras que se hicieron presentes en la localidad de Basly, como los estadounidenses Chuck Sun, Doug Dubach y Micky Dymond, además de otros grandes campeones franceses que hicieron historia en el motocross mundial.

Y a despecho de sus 68 años de edad y contrariando las recomendaciones de tomárselo con calma, Goinger se dejó llevar por la adrenalina de la velocidad y terminó su incursión con una caída en la que rompió el radiador de su máquina después de chocar con otro competidor. A pesar del golpe y recibir algunos aporreos y rasguños, los mismos no le impidieron compartir en grande, mientras Franck D’Oléon – como era de esperarse – fue mucho más comedido y eso le permitió culminar en un sobresaliente sexto lugar en las pruebas para motos del tipo YZ Yamaha hasta 1980.

“La pasamos muy bien – contó divertido Tomás Goinger – La idea no era competir, sino dar unas vueltas para que el público disfrutara a los campeones. Frente a las tribunas saltábamos bonito, elegante, con estilo, pero en la parte más lejana, donde no había gente, allí sí nos dábamos duro, eso fue patada y kung-fu… El sábado cuando salimos a dar unas vueltas, arranqué con todo apenas vi la bandera verde y me puse como de tercero, los demás venían atrás, pero esos tipos andan duro de verdad; el Chuck Sun para verlo en la pista hay que usar un zoom, porque es demasiado rápido el condenado! Pero se me rompió la horquilla del YZ, entonces para la segunda manga la quería hacer con el Kawasaki, aunque estaba inscrito con la Yamaha porque esa era con la que corrí la última vez en Venezuela, pero la moto estaba destruida, pero a pesar de todo, la primera manga estuvo buena. La segunda manga no la pude hacer. Sin embargo, fui para la salida pero no era la de mi categoría, ningún campeón estaba allí; me metí en otra carrera donde también participó Franck, salimos juntos y me le fui en la primera vuelta, luego me alcanzó y estuvimos dándonos tabla, íbamos uno al lado del otro, en una de ésas a él se le cruzó la moto, frené y se me apagó la moto y cuando la pude encender, ya me habían pasado como diez pilotos… Entonces comencé a pasar gente y de repente un piloto cambió de línea en esas zanjas: él iba de adentro hacia afuera y yo al revés, y nos pegamos tremendo trancazo, rompí el radiador de la moto, la tapa de plástico, pude seguir pero luego me volví a caer y ahí ya dije, suficiente, la pista había cambiado mucho y la moto ya no iba a aguantar otro taparazo, ni yo tampoco, jajaja”.

Una vez más, como ha sido una bonita costumbre en los últimos años, Tomás Goinger, Franck D’Oléon y su hijo, toman parte en este clásico anual organizado por la familia Moreau y que en esta ocasión se disputó en la pista de Basly, al noroeste de Francia, justa que congregó a más de trescientos pilotos, fin de semana en el que además de las competencias con motos vintage hubo conciertos y distintas actividades para los amantes del motocross.

Franck D’Oleon (8) y Tomás Goinger (24) Foto: Cortesía Octanopedia

 

Previo a su incursión en la edición 2023 del evento francés, el caraqueño Goinger había solicitado ante el consulado de Venezuela en Alemania, la posibilidad de recibir el Pabellón Patrio, pero en la delegación consular le indicaron que no disponían de una bandera para lucirla durante la cita deportiva. Por cierto que Tomás aguarda recibir su pasaporte nuevo para poder visitar nuevamente el país.