
“Renace el campeón: Marc Márquez se corona en el GP de Japón y recupera el trono de MotoGP” | Foto: Getty Images
José Ángel Rodríguez S. | AVS Photo Report
Barcelona, España.- La reconquista de la península ibérica se extendió durante 800 años. Fue mucho tiempo el que transcurrió desde que los musulmanes ocuparon casi toda España, hasta que la corona la recuperó en 1492. Se trató de un proceso lento, pero decidido, como el de Marc Márquez para volver a sus tierras en el motociclismo mundial.

El catalán cerró el domingo en Japón un círculo que le convirtió en campeón del mundo de MotoGP por séptima vez, para empatar el récord del italiano Valentino Rossi. Sin embargo, para regresar al trono, tuvieron que pasar seis años y cuatro cirugías, con fantasma del retiro incluido.
En el camino a la reconquista del territorio del triunfo, Marc Márquez se convirtió en Rodrigo Díaz Vivar, mejor conocido como el Cid Campeador, aquel líder militar de inicios del milenio pasado, inmortalizado en el Cantar de mio Cid, que relata las hazañas heroicas del protagonista en la lucha por recuperar España.
Márquez y el Cid Campeador comparten el carácter guerrero. No obstante, el de Cervera se distingue del héroe de antaño, entre otras tantas cosas, por la decisión que tomó hace un par de años, cuando renunció a 125 millones de dólares por cinco temporadas con la constructora Honda, para firmar con el Gresini, equipo satélite de Ducati, en búsqueda de recuperar su apetito de gloria.
“Estos cinco años han sido muy complicados. La gente puede pensar que perdí dos o tres años de mi trayectoria, incluso yo lo veía así cuando estaba más en casa que en los circuitos, pero lo cierto es que aprendí mucho a nivel personal”, reflexionó el piloto en el diario El País. “La vida personal es mucho más larga y duradera que la vida profesional, así que me quedo con este aprendizaje, aunque para nada repetiría lo que he experimentado a lo largo de estos años”.
LA COSTUMBRE
En 2003, un Marc Márquez de apenas 10 años de edad, dio una entrevista sobre una moto más grande que él, documentando, sin saberlo, un archivo audiovisual que ya forma parte del patrimonio deportivo de España, y el mundo.
“Quiero ser piloto profesional de motociclismo”, decía el niño, cámara y micrófono al frente.
Fue una declaración de intenciones del campeón más precoz de la historia en casi todo lo que ha corrido: 50 cc de Cataluña, mundial 125 cc, Moto2 y MotoGP.
“Estoy en mi segunda vida dentro de MotoGP, y cerrar el círculo de la mejor manera posible será muy importante”, señalaba hace apenas unos días, antes de viajar a Japón, ya con 32 años de edad a cuestas. “Mi mantra ahora es minimizar riesgo, también respetar el cuerpo y los tiempos de las lesiones”.
Es la madurez y fortaleza mental materializada, tras aquella fatídica caída y fractura del húmero derecho en 2020, que dio comienzo a un lustro de oscuridad, superado a partir del Gran Premio de Aragón en 2024, cuando sumó su primera victoria después de 1.043 días.
La sequía de triunfos, causada no sólo por la ristra de problemas físicos, sino también por una crisis deportiva que le hizo sopesar abandonar el motociclismo, ha quedado definitivamente atrás en un 2025 que la ha encumbrado como uno de los campeones mundiales más dominantes de la historia.
“Esperaba luchar por el título, en Ducati es obligado, y me veía líder o cerca del líder a estas alturas. Entendí que ese era el objetivo nada más probar la moto”, comentó Marc Márquez a inicios de septiembre. “Pero creo que ni yo ni nadie esperaba esto, tener tanto margen en la clasificación no es normal”.

MARC MÁRQUEZ EN DUCATI
Para que Márquez se montara en la moto roja oficial del equipo italiano, tuvo que pasar por un año de prueba en el Gresini. Debía demostrar que aún podía competir en la élite, y ganar. Lo hizo, y obtuvo el derecho de pilotar la mejor máquina del mundo, en la fábrica que ya suma seis campeonatos de constructores seguidos.
“Ducati es uno de los actores principales en esta historia. La decisión del año pasado, de quedarnos con Marc en vez de Jorge (Martín, campeón mundial), fue muy complicada”, reconoció Mauro Grassilli, director deportivo y comercial de Ducati Corse. “No podemos decir que nos sorprende su dominio. Al principio sí resultó impresionante. Sabíamos que era buenísimo, claro, pero en todos los comienzos las cosas cuestan. Con nuevo equipo, moto y metodología de trabajo, no tenía por qué ser tan sencillo”.
Marc Márquez inició el fin de semana de Japón con 182 puntos de ventaja sobre su hermano, Álex Márquez, resultado de haber ganado 11 carreras dominicales y 14 sprints en el año, hasta ese punto.
“Si le elegimos a él es porque creíamos firmemente que era uno de los dos mejores pilotos de la parrilla junto a Pecco (Bagnaia)”, añadió Gigi Dall’Igna, director general de Ducati. “Sin duda, lo que puedo decir es que jamás había trabajado con un piloto capaz de ganar tantas carreras consecutivas en el pasado. Ahora mismo, es difícil imaginar un futuro sin Marc, porque ya es parte de la familia. Sus resultados demuestran que es un atleta fantástico y que Ducati tiene una moto magnífica, así que es el embajador perfecto para nosotros. Somos muy afortunados de tenerle”.
El mito del Cid Campeador se ha resuelto con el paso de los años. El del milenio pasado, fue un mercenario que se manejó con oportunismo entre el islam y el cristianismo, según sus propios intereses.
Pero el Cid Campeador de este siglo nació en Cervera, y a lomos de una moto roja protagonizó este año una de las historias de resurgimiento y reconquista más trascendentales que haya existido en deporte alguno.