Marc Márquez Ducati Lenovo Team MotoGP

Marc Márquez es considerado por muchos como el mejor piloto de la historia | Foto: Cortesía

Marc Márquez debió sortear malos momentos, para finalmente recuperar el título de MotoGP

 

Especial Antonio Castillo

 

Caracas, Venezuela.- Marc Márquez disfruta de su éxito en el Mundial de MotoGP, luego de estar al borde del abismo tras las lesiones que le alejaron maltrecho de las pistas. Primero fue en Jerez, en 2020, cuando se fracturó el brazo derecho, tras lo cual debió pasar por el quirófano varias veces, y luego, en Indonesia en marzo de 2022, cuando se cayó previo a la carrera, resultando con una severa diplopia (visión doble) tras golpear la cabeza con el pavimento.

Malos momentos, sin duda, para un piloto de altísimo nivel, acostumbrado a ser el líder del pelotón y que por esos traumas bajó considerablemente sus acciones en el paddock, siendo desplazado por especialistas como Joan Mir, Fabio Quartararo, Pecco Bagnaia y más recientemente,  Jorge Martín.

Pero la calidad, el talento y el arrojo estaban allí, en estado latente, solo esperando el catalizador específico para brotar a borbotones, y eso ocurrió en este 2025, cuando consiguió adaptarse a la perfección a la Ducati, para finalmente reclamar lo suyo: el título mundial de la máxima categoría del motociclismo de velocidad.

Sinsabores producto de caídas lesiones, pero también alegrías generadas por victorias casi imposibles, preñadas de adrenalina y riesgos. Todas estas sensaciones las vivió Marc Márquez al lado de su mejor amigo, José Luis Martínez, quien desde 2015 es su entrenador principal y, en consecuencia, uno de los artífices del resurgimiento del campeón de Cervera, quien por su parte lo reconoce así.

Entrenador de lujo

Fue en enero de 2015, cuando Marc Márquez decide contratar a su amigo José Luis Martínez, un especialista del motocross, que incluso había sido campeón de España en la clase MX2 en 2011, y representante de su país en competencias internacionales.

La idea era que se encargara de sus entrenamientos, aunque en principio Martínez no estaba muy convencido, porque tenía 26 años y se mantenía activo en su disciplina.

Pero el emprendimiento era atractivo. Marc Márquez no era cualquier piloto, y decidió aceptar, aunque con algunas condiciones que contemplaban participar eventualmente en pruebas de motocross del calendario español, así como impartir clases a niños en el Segre Parc La Clua.

Lo cierto es que todo coincidió, y desde entonces Marc y José Luis son casi inseparables. Claro, lo que antes surgió como una relación de amistad, se fue profesionalizando y actualmente Martínez se encarga de los entrenamientos y de todo en la pista, como los trajes de cuero para competir, cascos y un sinfín de extras. Un ‘sparring’ a tiempo completo.

Reseña el periodista Jaime Martín en la publicación marca.com, que Marc se llevó a José Luis y a toda su familia a Madrid, para que estuviera disponible en su centro de operaciones

De eso han pasado diez años de vivencias de todo tipo, de un sacrificio del que Martínez está orgulloso y no se arrepiente, en absoluto.

“En los años que llevo con Marc, hemos vivido de todo: buenos, regulares y muy malos momentos. Hemos pasado por todos los picos”.

Discreto, serio y hasta tímido, pero también metódico y profesional, Martínez es apreciado por el flamante campeón de MotoGP, quien a su vez lo valora como una de sus personas de más confianza.

Muchos en el paddock aseguran que su felicidad depende de la de Marc.

“No lo exageraría tanto, pero sí, tienen razón. Sí que es un trabajo, digamos que es mi jefe, pero, al final, hemos formado una gran amistad. Es como un matrimonio. La realidad es que paso más días con él que con mi familia… y son diez años ya. Si no veo a Marc feliz por equis situación, como la que ha vivido estos años, quieras o no estás intranquilo. Lo mismo que si lo ves feliz y contento, también te lo contagia. Por suerte, es una persona así, que es feliz y contagia”, señala.

Momentos clave

Explica Martínez a marca.com que después de la fractura en Jerez 2020, el momento más duro para Marc Márquez fue el que protagonizó el 20 marzo 2022, en la tercera carrera en Indonesia, con una caída en el ‘warm up’, que provocó que al campeón se le recrudeciera una diplopía que no vivía en años.

“Me acuerdo que cuando íbamos de regreso a casa, lo vi triste. Era lógico, pasaban muchas dudas por su cabeza. Fue el más duro, la época más dura y más triste. Me acuerdo que el vuelo ese fue malo, angustioso por la incertidumbre”, señala.

Fue un calvario que duró hasta noviembre de 2023, cuando tuvo su primer test con la Ducati Desmosedici GP23 del equipo Gresini. Ya había roto Márquez su relación profesional con Honda, el equipo con el que había ganado todo.

Pues bien, probó la Ducati en Cheste y allí cambió todo. “Dio una vuelta, se paró y… esa pequeña sonrisa. Ahí es donde yo creo que se despejaron las dudas, la angustia de toda la apuesta que había hecho, ahí creo que comenzaba a tener sentido todo”, dijo Martínez.

Y así fue. Hoy Marc Márquez disfruta de su decisión de cambiar de cabalgadura, la que le llevó a asegurar el título cuando aún restan las válidas de Indonesia, Australia, Malasia, Portugal y Valencia, España.