El papel de la estrella de la NBA Terry Rozier en el escándalo de apuestas deportivas pone en duda cómo se verifican las lesiones

Terry Rozier podría enfrentar una pena de prisión de 20 años | Fotos: NBA

La corrupción resquebraja los cimientos del circuito basquetero más importante y mediático del mundo

 

Especial Antonio Castillo

 

Caracas, Venezuela.- La sofisticada trama de corrupción y apuestas ilícitas que resquebrajaron los cimientos de la NBA, en un escándalo que traspasa los límites reales, para instalarse en la cinematografía reciente a la par de series icónicas como la saga Ocean’s protagonizada por George Clooney y Brad Pitt, o Los Sopranos del mafioso Tony, interpretado por James Gandolfini, o un poco más allá con la película “El Golpe” (The Sting) de las leyendas de la actuación Paul Newman y Robert Redford.

Es más, el caso hace palidecer a los “Medias Negras” de Chicago, aquel equipo que se vendió en la Serie Mundial de 1919. Igualmente, hace ver como un niño de pecho a Pete Rose, el legendario pelotero que por su afición a las apuestas, fue execrado del beisbol de las Grandes Ligas en 1989 a pesar de ser el líder de todos los tiempos en hits conectados (4.256).

Y es que la acusación federal de la semana pasada contra una red de póker y apuestas de alta escala en la que participaban figuras de la NBA, todavía no se ha desenmarañado por completo.

El FBI arrestó la semana pasada a Terry Rozier, jugador del Miami Heat, a Chauncey Billups, entrenador de los Trail Blazers de Portland y a Damon Jones, exjugador y asistente técnico cercano al astro LeBron James.

Rozier fue detenido por su presunta participación en una red de apuestas basada en información confidencial y posibles manipulaciones de partidos. En tanto, Billups y Jones habrían formado parte de partidas de póker amañadas en las que se usaban cámaras de rayos X y dispositivos tecnológicos para alterar los resultados.

Adam Silver, comisionado de la NBA, declaró que sintió “una profunda inquietud” tras el arresto de dos figuras de la liga y otras tres decenas de personas por presunta participación en la red de apuestas deportivas ilegales y partidas de póker organizadas por la mafia.

En una entrevista concedida a Amazon Prime en el Madison Square Garden, en Nueva York, Silver aseguró: “No hay nada más importante para la liga y sus aficionados que la integridad de la competición. Y por eso sentí un nudo en el estómago. Fue algo muy perturbador”.

El comisionado también reconoció que la liga no actuó a tiempo frente a las sospechas sobre Rozier, pese a tener indicios previos. “Aunque hubo apuestas anómalas, sinceramente no pudimos encontrar nada. Terry cooperó con la investigación y entregó su teléfono. Finalmente, no hubo pruebas suficientes”, dijo Silver.

Hay que destacar que el 30 de enero, la NBA anunció que no existían evidencias de actividades ilegales por parte del jugador, aunque mantenía el caso abierto.

Por supuesto que ahora, tras conocerse los arrestos, la NBA suspendió de manera cautelar a Rozier y Billups. “Nos tomamos estas acusaciones con la máxima seriedad. La integridad del deporte sigue siendo nuestra prioridad”, indicó el circuito basquetero en un comunicado.

La Cosa Nostra

Tanto Billups, como Rozier y Jones figuran entre los 31 detenidos en el operativo que, según los fiscales, expone una trama con supuestas conexiones con la mafia neoyorquina.

El propio director del FBI, Kash Patel, describió que estaban frente a «una organización criminal que envuelve tanto a la NBA como a La Cosa Nostra (mafia)» y calificó la magnitud del fraude de «alucinante».

Según los documentos judiciales, el suspendido entrenador de los Trail Blazers, Chauncey Billups, quien fue campeón como jugador de los Pistons de Detroit en 2004 y es miembro del Salón de la Fama desde 2024, habría participado en partidas de póker de altas apuestas, manipuladas mediante dispositivos electrónicos capaces de alterar el orden de las cartas, utilizados supuestamente por La Cosa Nostra, la mafia siciliana establecida en Estados Unidos. Las víctimas, según el fiscal del Distrito Este de Nueva York, habrían perdido más de siete millones de dólares.

Por su parte, Terry Rozier, escolta del Heat, está acusado de utilizar información privilegiada para influir en apuestas deportivas sobre su propio desempeño. De acuerdo con la causa, el jugador fingió una lesión en 2023 y compartió con amigos detalles que les permitieron ganar miles de dólares en apuestas sobre su bajo rendimiento.

Ambos enfrentan cargos por conspiración para fraude electrónico y lavado de dinero, delitos que podrían acarrear penas de hasta 20 años de prisión.

Por otro lado trascendió que el exjugador Damon Jones habría participado en ambos esquemas.

El Departamento de Justicia estadounidense sostiene que el caso refleja una «penetración peligrosa del crimen organizado en el deporte profesional». Más de 20 acusados han comparecido ya ante el tribunal federal, la mayoría declarando su inocencia.

Los Medias Negras

Hace 106 años, en la Serie Mundial de 1919, se destapó el escándalo más grande en la historia del beisbol de Grandes Ligas.

Entonces, ocho miembros de los Medias Blancas de Chicago fueron expulsados de por vida del ‘Big Show’  por perder intencionadamente la serie final de esa temporada frente a los Rojos de Cincinnati.

Los medios de la época reseñaron que la conspiración fue una idea original del primera base de Chicago, Arnold «Chick» Gandil, quién tenía vínculos con figuras del submundo de las apuestas ilícitas.

Con la idea de ganar unos dólares extra, Gandil le planteó a Joseph «Sport» Sullivan, un apostador profesional, que la serie podía arreglarse, y a través del conocido gánster Arnold Rothstein, quien suministró el dinero, se montó la trampa.

Gandil reclutó a los pitchers Eddie Cicotte, Claude «Lefty» Williams, al outfielder Oscar «Happy» Felsch, y al shortstop Charles «Swede» Risberg. Al tercera base Buck Weaver y al jardinero Joe “Shoeless” Jackson también se les ofreció participar en el arreglo, pero rehusaron. Weaver y Jackson igualmente fueron sancionados por conocer el amaño y no decir nada.

En fin, el deporte no está exento de este tipo de artimañas, que tanto ayer como hoy están más vigentes que nunca.