 
                Ichiro Suzuki es el primer japonés en el Salón de la Fama de la MLB | Foto: Cortesía
El japonés fue el centro de atención en el acto de exaltación de las leyendas en Cooperstown
Especial Antonio Castillo
Caracas, Venezuela.- En una tarde de ensueño en Cooperstown, Ichiro Suzuki fue la figura central del acto de exaltación al Salón de la Fama del Beisbol de Grandes Ligas, en donde también se reconoció la labor en los diamantes de CC Sabathia, Billy Wagner, Dave Parker y Richie ‘Dick’ Allen.
Ni los cielos grises, ni la fina lluvia alejó a unos 30 mil aficionados que con números 51, sombrillas y banderas japonesas se agolparon en el campo adyacente al Clark Sports Center, para rendirle tributo al primer jugador nipón instaurado en el Templo de los Inmortales.
Incluso, miles de seguidores de los Marineros de Seattle, que hicieron el viaje desde el noroeste del Pacífico, coreaban “Ichiro”, mientras el cielo se despejaba.
Suzuki era el centro de atracción y así quedaba palpado en un cartel que decía “Thank You Ichiro! Forever a Legend” en inglés y japonés, resumiendo la admiración por el delgado expelotero en su día especial.
Y Suzuki no defraudó a los presentes con un discurso cálido, con pinceladas de humor que sacó sonrisas, incluso a los 52 miembros del Salón de La Fama que estuvieron en el acto.
“En estos momentos vuelvo a ser un novato”, dijo dirigiéndose a estas luminarias del beisbol, antes de reflexionar sobre lo que significa el juego de pelota a su más alto nivel.
“El beisbol es mucho más que solo batear, lanzar y correr. El beisbol me enseñó a tomar decisiones valiosas sobre lo que es importante. Me ayudó a formar mi visión de la vida y del mundo. … Cuanto más envejecía, me di cuenta que la única manera en que podía jugar el juego que amaba hasta los 45 años al más alto nivel era dedicarme completamente a él. Cuando los fanáticos usan su tiempo precioso para verte jugar, tienes la responsabilidad de rendir para ellos, ya sea que estés ganando por 10 o perdiendo por 10 carreras”.
Explicó que nunca se fijó como meta el llegar al Hall de La Fama, aunque siempre jugó intensamente para no defraudar a Japón.
“Entrar al Salón de la Fama del Beisbol de Estados Unidos nunca fue mi objetivo. Ni siquiera sabía que existía uno. Visité Cooperstown por primera vez en 2001, pero estar aquí hoy se siente como un sueño fantástico”, comentó Suzuki, agregando que recordaba a aquel compatriota que antes de su viaje a EEUU le dijo: ¡No avergüences a la nación¡ “Creo que he hecho sentir orgullosa a mi patria”, soltó con una leve sonrisa.
“El béisbol me enseñó lo que significa ser un profesional y creo que esa es la razón principal por la que estoy aquí hoy. No podría haber logrado los números sin prestar atención a los pequeños detalles todos los días de manera consistente durante las 19 temporadas”.
Y así fue. Después de llegar a las mayores en 2001, Suzuki se unió a Fred Lynn (1975) como el único jugador en ganar el Novato del Año y el MVP en la misma temporada.
Fue dos veces campeón de bateo de la Liga Americana y diez veces All-Star, ganó 10 Guantes de Oro consecutivos, bateó globalmente para .311 de promedio, con 117 jonrones, 780 carreras impulsadas y 509 bases robadas con Seattle, los Yanquis de Nueva York y Miami.
Es conceptuado como el mejor bateador de contacto del beisbol, ya que además de los 3.089 hits que logró en las Grandes Ligas, consiguió 1.278 inatrapables en el Beisbol Profesional Japonés, lo que da un total combinado de 4.367 hits, con los cuales supera el récord de la MLB de 4.256 de Pete Rose.
Lo que viene
Instauradas en Cooperstown las leyendas de 2025, se abre un abanico de opciones para la siguiente clase de exaltados, entre los que figuran los venezolanos Omar Vizquel, Bob Abreu y Félix Hernández.
Tanto Vizquel como Abreu siguen en las papeletas de los escritores del beisbol, pero sus posibilidades son remotas. En su séptimo año de elegibilidad, Vizquel cayó a 17.7% de los votos, perdiendo terreno debido a acusaciones extradeportivas, mientras que Abreu recibió el apoyo del 14.8% de los votantes en su quinta aparición, un apoyo consistente, aunque insuficiente para ser elegido.
Por su parte, “El Rey” Félix Hernández promete mejorar su posición tras su primer ciclo en la boleta. El derecho criollo, que fuera pitcher abridor de los Marineros por 15 años, recibió un 20.6% de los votos en 2025. Podría parecer bajo el caudal de sufragios a su favor, pero hay que considerar que el también pitcher Mike Mussina tuvo un inicio similar en 2014 (20.3%) y llegó a Cooperstown en 2019. Incluso el ascenso del recién exaltado Billy Wagner al Salón comenzó con sólo un 10.5% en 2015. Así las cosas.
Los dos títulos de efectividad del escopetero carabobeño, sus seis selecciones al Juego de Estrellas, el Premio Cy Young de la Liga Americana en 2010 y su juego perfecto en 2012 forman la base de sus argumentos para el Salón de la Fama. Nada despreciable.
También estarán optando al Hall Of Fame en 2026 los dominicanos Manny Ramírez y Alex Rodríguez, ambos cuestionados por el uso de sustancias prohibidas, el jardinero boricua Carlos Beltrán, Andruw Jones, Andy Pettitte, Chase Utley, Cole Hamels y el slugger Ryan Braun, también señalado por consumir esteroides.

 
                         
                                                         
                                                         
                                                         
                                                         
                                                        