septiembre 13, 2025
Tadej Pogacar Tour de France

Pogacar ratificó que es el mejor ciclista del momento | Foto: Cortesía

El esloveno Tadej Pogacar confirmó en el Tour de Francia que es el mejor ciclista del momento

 

Especial Antonio Castillo

 

Caracas, Venezuela.- Las apuestas estaban abrumadoramente a su favor, cuando el pasado sábado 5 de julio se dio la partida del 112° Tour de Francia, en Lille.

Pocos dudaban del portentoso ciclista esloveno, ese capaz de trepar las más intrincadas montañas con su poderoso ritmo sobre los pedales, bajar a velocidades de vértigo los descensos más peligrosos, o rematar con fiereza en las etapas en plano, dejando sin aliento a los sprinters más calificados del momento.

Puro pulmón, piernas y estrategia que lo instalan en una privilegiada y exclusiva élite del ciclismo.

Por supuesto que estamos hablando de Tadej Pogacar, esa especie de súper hombre al que no le intimida nada cuando está en el sillín de su bicicleta.

El domingo pasado escribió una nueva hazaña, vestido de amarillo en los Campos Elíseos, con el Arco de Triunfo a sus espaldas y el mundo del ciclismo a sus pies.

Y es que el esloveno conquistó en gallarda –y agotadora- lid su cuarto Tour de Francia, segundo consecutivo, quedando a un paso del Olimpo del deporte de la bicicleta, ese altar en el que están elevados las leyendas Jacques Anquetil, Bernard Hinault, Miguel Indurain y Eddie Merckx, todos ganadores de cinco entorchados en París.

El capítulo Armstrong

Es de destacar que el estadounidense Lance Armstrong se impuso entre 1999 y 2005 en siete ocasiones en el Grande Boucle. El texano venía de vencer un cáncer testicular que se le diagnosticó en octubre de 1996, y que se propagó hasta alcanzar ganglios linfáticos, pulmones, cerebro y abdomen.

Es así que su recuperación fue seguida por miles de fans en todo el mundo, que se reprodujeron aún más tras sus gestas en el Tour, incluso después de las reiteradas acusaciones de doping.

“No es posible que un ser humano, prácticamente diezmado por un tratamiento agresivo y feroz, regrese al poco tiempo a la competición y gane con comodidad el evento más exigente y agotador del deporte”, señalaban casi a diario los cultores del ciclismo puro.

Y así fue. Armstrong confesó que efectivamente había consumido sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento, y fue despojado de sus siete títulos, así como de su fortuna y fama. Eso sí, esos momentos de gloria deportiva jamás pudieron quitárselos.

Una máquina

Pero volviendo al tema que nos ocupa, este tetracampeonato de Tadej Pogacar se gestó en la contrarreloj de Caen y se consolidó en el primer examen en los Pirineos, concretamente en la ascensión a Hautacam, donde dejó descolgado a su gran adversario, el danés Jonas Vingegaard, quien desde ese momento se contentó en seguirle la rueda, conformándose con las sobras que le dejó el esloveno del UAE Team a lo largo de la exigente ruta.

Pogacar coronó la cima de Hautacam en solitario, superando por 2:10 minutos a Vingegaard. Esta performence no solo le valió para ganar la etapa, sino para apoderarse del maillot amarillo de líder que hasta entonces portaba el irlandés Ben Healy.

Es cierto que el equipo UAE (Emiratos Árabes Unidos) controló la carrera con mano de hierro, pero Tadej Pogacar no deslució nunca, al contrario, sacó la cara hasta lograr su victoria de etapa 103 como ciclista profesional, un registro excepcional para un corredor de 26 años que, en teoría, todavía no ha alcanzado su plena madurez sobre la bicicleta.

Pero si en el ascenso al Huatacam ratificó sus expectativas campeoniles, en la cronoescalada del día siguiente, sobre 10,9 kilómetros con final en alto, no dejó dudas al respecto. El esloveno controló con maestría, poder y decisión las infernales rampas de Peyragudes, parando los cronómetros en 23:00 minutos, atizándole otros 36 segundos a Vingegaard para, de esta manera, dejar el Tour prácticamente sentenciado.

Así las cosas, la entrada a París, en el marco de la última etapa, fue un mero trámite, Pogacar había consumado su hazaña, esa a la que solo los elegidos tienen acceso.

 Cambió el balón por la bicicleta

Tadej Pogacar se inició en el ciclismo llevado de la mano de su hermano mayor Tilen, quien le hizo preferir la bicicleta al balón de fútbol, deporte tan arraigado en los países balcánicos.

Lo inscribió en el Ljubljana Cycling Club cuando todavía era un niño de diez años que no alcanzaba los pedales.

En 2017 saltó al profesionalismo con el UAE Team, aunque fue probado antes por el famoso  QuickStep. La escuadra emiratí, con Joxean Matxin a la cabeza, encontró el ecosistema ideal para que el esloveno brillara y en 2019 se convirtió en la bestia insaciable que es hoy en día.

En la Vuelta a España de ese año 2019, Pogacar demostró que estaba listo para empresas superiores, ya que se tuteó sin complejos con dos formidables ciclistas como Alejandro Valverde y Primoz Roglic, a los que puso en aprietos. Ganó entonces tres etapas, dejando la sensación generalizada de estar presenciando el nacimiento de algo extraordinario.