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El pasado lunes 08 de mayo, Keving Palacios tomó la dirección técnica de Gaiteros del Zulia de forma momentánea, debido a los inconvenientes de salud que han aquejado al coach Jorge Arrieta. Al iniciar el duelo ante Centauros de Portuguesa, Palacios hizo historia: se unió a su padre Armando Palacios y por ende se convirtieron en la primera dupla padre e hijo en haber dirigido en la historia del baloncesto profesional venezolano.
“Primero que nada agradecer a la organización Gaiteros del Zulia por la confianza depositada, primero en mi papá y ahora en mí, de verdad que es un gran proyecto; lamentablemente ayer no pudimos llevarnos la victoria, hubiese sido mejor la historia”, señaló ‘KP’ posterior al encuentro.
El encuentro se lo llevó Portuguesa (96-79). Un día después, Palacios dirigió ante Guaros en el Domo Bolivariano y también se le hizo esquiva la victoria (97-80). No obstante, el camino de Palacios en la dirección técnica apenas comienza y su reto actualmente es “definir su propio estilo y filosofía”. Su padre, Armando Palacios, dirigió a Gaiteros en ocho partidos de la temporada 1986, con récord de 2-6.
La influencia de Manuel Berroterán
Keving Palacios le agradece a Manuel Berroterán -actual AT de Broncos de Caracas- por sus enseñanzas durante los años en los que trabajaron juntos en el equipo capitalino. Dicha experiencia le permitió a Palacios trabajar con las categorías formativas y también con el equipo profesional. Allí cambió definitivamente su rol de jugador a técnico.
“Me gustaría agradecer a Manuel Berroterán porque con él comenzó todo. Él me enseñó lo que hoy en día sé: cómo tratar con los jugadores, a leer el juego como un piloto y el feeling que se debe tener con tu equipo. Trabajé en la cantera de Broncos y estuve con ellos desde el inicio. Trabajé con los niños y ahí comencé a quitarme la camiseta del jugador”, explicó Palacios.
Aunque es pronto para hacer un balance de lo que le gusta plantear a Keving Palacios, él agrega que durante los partidos intentó que su equipo jugara con intensidad en defensa y que abriera la cancha en ofensiva.
“Tengo un poco de todos mis entrenadores, ayer hice una cosa que hace ‘Mamá Osa’ y que yo detestaba, que era hacer cambios de 5 por 5; luego hice un ajuste defensivo al estilo de Manuel (Berroterán) con el que volvimos en el juego”, confesó.
Comparaciones con su padre
Es habitual que cuando miembros de una familia incursionan en el baloncesto profesional -y en el deporte en general-, las comparaciones no falten. Independientemente del parentesco, la comunidad se encarga de recordar los orígenes o los nexos que una persona posea. Armando Palacios (padre) y Keving Palacios (hijo) son otro ejemplo.
Keving explica su caso de la siguiente forma:
“Una de las cosas que mi papá logró inculcarme fue que yo debía formarme un camino para mí y por mí mismo. Siempre que él me decía eso yo no lo entendía, pero después que fui creciendo comprendí que él no quería esa comparación y que yo tenía que hacer mi propia carrera”.
Palacios considera que no es necesaria la comparación entre él y su padre, debido a que Armando fue una inspiración para él, y que ambos cumplieron roles distintos en sus respectivas carreras.
“Mi papá marcó un camino que aún a mí me queda grande, todo lo que he hecho se lo debo a él y lo que trato de hacer es mantener su legado siempre latente en nuestro baloncesto”, concluyó.