Adrianza busca asegurar su futuro en el beisbol como un ejecutivo

Caracas.- Sin hacer mucho ruido, Ehire Adrianza ha labrado una extensa trayectoria en Grandes Ligas, en la que incluso ha logrado ser parte de dos equipos ganadores de la Serie Mundial. Además, está a solo una temporada de sumar 10, un hecho que, aunque se dice fácil, no lo es.

Para tener una idea de lo complicado que puede resultarles a muchos peloteros mantenerse en la gran carpa cuando menos por una decena de campañas, hay que visualizar lo ocurrido con jugadores como Robert Pérez, José Castillo (+), Jesús Guzmán, Oscar “Cachi” Salazar, Eliezer Alfonzo, René Reyes, Henry “Pollito” Rodríguez y José “Cafecito” Martínez, todos emblemáticos de nuestro circuito, quienes no pudieron conseguirlo. “Ehirito”, sin el cartel de estos, está a punto de lograrlo.

“Creo que mi carrera se ha caracterizado siempre por ser de bajo perfil. Tu no ves en las noticias mucho hablar de Ehire Adrianza. No me gusta alardear de lo que he hecho personalmente como grandeliga, aunque son nueve años, siete playoffs y dos veces campeón. De verdad que me satisface. Puedo decir que, si me retiro el día de mañana, no puedo pedirle más a Dios por todo lo que he conseguido”, exclamó el introvertido utility de Tiburones de La Guaira.

Al igual que él, sus números de por vida en Las Mayores no hacen mayor ruido. Registra .239 de average y .663 de OPS; además de 21 jonrones, 149 impulsadas, 183 anotadas y 19 bases robadas, todo en 611 partidos, con hasta cuatro uniformes distintos, incluido el de los Gigantes de San Francisco, artífices de su firma como profesional y con los que inició su transitar en el Big Show.

Para este 2023, Adrianza tiene una invitación al campo de entrenamientos del conjunto Bravos de Atlanta, con los que ha participado en las dos más recientes contiendas, con una breve pasantía intercalada con los Nacionales de Washington. De conseguir hacerse con un cupo el roster en algún momento de la campaña estará optando por alcanzar los 10 años de servicios mínimos requeridos para activar el cobro de la pensión máxima, que le asegura un pago anual de cierta cantidad de dinero, una vez haya consumado su retiro.

“Yo no estaba supuesto a jugar tanto tiempo en Grandes Ligas, por mi ofensiva. Aunque poco a poco he ido mejorando con el pasar de los años y eso ha logrado mantenerme. En el beisbol moderno uno tiene que aportar con el bate, aunque eso no ha sido problema para mí, sobre todo desde mi parte de utility, que es una posición bastante exigente. No es muy común ver a un jugador que cubre todas las almohadillas e incluso los jardines, batear por encima de .250 y yo tuve tres por encima de ese promedio. Estoy bastante contento, no son muchos los jugadores que pueden llegar a 10 años en Grandes Ligas y esa es mi meta para este año”, manifestó el toletero de 33 años de edad, que pactó como un campocorto y en la actualidad ha aparecido incluso como primera base.

PLANES DILUCIDADOS

Si bien el hecho de poder salir beneficiado por la pensión es importante como parte de su futuro, así como el de su familia a mediano plazo, Ehire Adrianza no se duerme en los laureles y no piensa vivir de este estipendio toda su vida.

Por ello, consciente de que superadas las tres décadas de vida su camino en MLB se achica, considerando que para el 2022 el promedio de edad en MLB fue de 28, ya busca opciones para seguir haciendo vida en el beisbol, aunque no dentro de un terreno de juego.

El oriundo del estado Miranda no quiso aguardar hasta el momento de “colgar los ganchos”, para iniciar una formación universitaria en Estados Unidos, específicamente en la Universidad de Miami Dade, donde ya cursa estudios online en la especialidad de Gerencia Deportiva.

“Tomé la decisión por lo que he aprendido durante los últimos tres años, hablando mucho con Alex Anthopoulos (general manager de Bravos de Atlanta), y con Ozney Guillén, quien ahora mismo es mi agente y siempre ha sido como familia para mí. También lo hice porque de algún modo quiero mantenerme en el beisbol y devolverle un poco de lo que me ha dado, pero no veo a un Ehire Adrianza metido en un terreno como coach, aunque tampoco puedo decir que nunca lo haré”, esgrimió el pelotero.

El retorno a los estudios se produjo para Adrianza tras poco más de 15 calendarios desde que obtuvo su título de bachiller en una institución de su natal localidad de Guarenas, justo antes de tener que marcharse a suelo dominicano para cumplir compromisos con la organización de los Gigantes de San Francisco.

Por el momento, durante su estadía en Venezuela, el jugador se vio forzado a detener su curso por diversos factores, incluido su total compromiso para con el equipo Tiburones; no obstante, espera retomar sus estudios superiores tan pronto como en su regreso a su casa en Florida y alternarlos con lo que será su labor en el Spring Trainning.

“Me siento motivado más por estar en una oficina, tratando de ayudar a los jóvenes. Tratando de organizar, de crear un equipo, ya sea en Grandes Ligas o en Ligas Menores, tener esa comunicación con los jugadores”, explicó como otras de las razones que fundamentan su decisión de elegir la Gerencia Deportiva.

Es Alex Anthopoulos su gran modelo, o al menos eso considera Adrianza, por lo palpado recientemente como un integrante de los Bravos.

“He compartido mucho con él. Me hace preguntas, yo le pregunto. Además, es un tipo que estudió economía, sabe de igual manera sobre el movimiento del dinero. Tengo que ponerle importancia a ese punto también”, añade sobre el joven ejecutivo canadiense, uno de los responsables directos del título logrado por los georgianos en 2021.

Aunque existen también otros ejemplos a seguir, sobre todo entre sus compatriotas.

“Puedo mencionar los nombres de Jorge Velandia (Filis) y Eduardo Brizuela (Cerveceros), así como el de José “Chato” Yépez, quien creo que está haciendo un excelente trabajo aquí en la LVBP con Cardenales y con el que también he conversado mucho”, añadió.