“El Búfalo”, como es conocido el careta, sabe solicitar los envíos adecuados para neutralizar rivales | Foto: Alejanndro van Schermbeek

Joseph Ñambre | Prensa LVBP

Caracas.- Contar con un receptor de jerarquía es clave para que un club de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) tenga un buen desempeño a lo largo de una temporada y Bravos de Margarita consiguió al perfecto guía de su staff de pitcheo en el veterano Wilson Ramos.

El exbigleaguer, de 36 años de edad, demostró su valía en las primeras nueve semanas del torneo 2023-2024, al enderezar el rumbo del cuerpo monticular de un club insular que luego de acabar con un récord de 2-6 en octubre, logró saldos positivos tanto en noviembre (14-11) como en diciembre (7-4). Gracias a eso, ostentaba una foja global de 23-21 y ocupaba el tercer lugar de la tabla, previo a la jornada del viernes.

“El Búfalo”, como es conocido el careta, sabe solicitar los envíos adecuados para neutralizar rivales y los números lo demuestran: Según estadísticas colectivas la efectividad (EFE) de los insulares en esta campaña es de 5.48, la segunda peor entre los ocho elencos que hacen vida en el circuito, mientras que con él detrás del plato la misma se reduce a 4.38. Eso es muy valioso en un circuito en el que abundan excelsos bateadores.

El carabobeño sabe cuál ha sido la clave de esa mejoría de los brazos isleños y lo deja claro.

“En una campaña no es importante cómo empiezas, sino cómo terminas. Nosotros hemos venido haciendo los ajustes para que las cosas salgan de una mejor manera. De eso se trata este deporte llamado beisbol, pues siempre hay que amoldarse a las distintas situaciones para conseguir buenos resultados”, explicó Ramos, adquirido antes del comienzo de la cita en un cambio con Tigres de Aragua.

El valenciano, que trabajó durante 12 contiendas en la Major League Baseball (MLB) donde ganó un Bate de Plata y fue convocado dos veces al Duelo de Estrellas, se ganó la confianza de los serpentineros, que con sus suplentes no han tenido desempeños sólidos hasta ahora.

Cuando Juan Graterol –quien ya no se encuentra con el equipo- se encarga de custodiar el pentágono, los escopeteros lucieron un alto porcentaje de carreras limpias (PCL) de 7.44, mientras que con Jason López exhibieron uno de 6.87. Esto demuestra que Ramos posee un don especial para manejar a los tiradores, algo que valora porque ha repercutido positivamente en el desempeño de un conjunto que busca una corona inédita.

El valenciano es un hombre capaz de manejar de la manera correcta a los lanzadores | Foto: Alejandro van Schermbeek

“Cuando tú te enfocas en hacer las cosas bien, obtienes buenos resultados. A mí me gusta aconsejar a los lanzadores porque soy alguien que tiene muchos años trabajando detrás del plato y comprendo muchas situaciones. Siempre trato de hablar con ellos, sin necesidad de regañarlos, para que entiendan cómo deben desempeñarse en cada momento. Eso lo hago porque mi intención es que nunca pierdan la confianza. Sólo les hago gestos para recordarles que tienen que ser agresivos para neutralizar a los oponentes y todo eso nos ha dado buenos dividendos”, agregó el valenciano, cuyos pitchers conservan una relación de bases por bolas e incogibles hits recibidos por cada inning (WHIP) de 1.47 cuando él labora. Ese número es inferior al que lucen cuando se toma un descanso (1.57).

Carlos Navas ha sido uno de los grandes beneficiados de los consejos de Ramos. El cerrojo confrontó muchos problemas en la localización de sus envíos, lo que le hizo ser inefectivo. Pero fue mejorando conforme avanzó la temporada.

LA FRASE

“Algunos equipos que arrancan de primeros no aguantan el reto que representa una campaña corta como la de la LVBP y terminan últimos. Por eso, soy de los que cree que no importa cómo empieces, sino cómo termines. Al final lo que importa es clasificar al Round Robin y hacer los ajustes para enfocarse en conquistar el campeonato”. Wilson Ramos.

En lo que va de diciembre, Navas ha estado intratable, pues poseía un PCL de 0.00 en cinco compromisos, de los cuales en cuatro se apuntó salvamentos sin desperdiciar chances de lograrlo. Su WHIP era de 1.20.

“Navas no tuvo un buen principio de temporada, pero hizo los ajustes y pudo mejorar. Ahora sabemos que con él podemos aspirar a grandes cosas. Pienso que una de las claves de su éxito fue que conversamos bastante. Nosotros tenemos una gran relación y él se deja llevar muy bien por mis recomendaciones a la hora de lanzar”, abundó el cátcher.

UN BATE PRODUCTIVO

El aporte de Ramos no se limita exclusivamente a la defensa. También se lució con el madero.

En sus primeros 35 desafíos conservó un average de .289 (de 128-37) con 10 dobles, dos jonrones, 22 impulsadas y 17 anotadas, además de un OBP de .354, un slugging de .414 y un OPS de .768.

Tras un lento inicio pues en octubre golpeó .154 (de 26-4) en seis confrontaciones, en las que apenas disparó dos dobles, fletó dos rayas y pisó la goma una vez, comenzó a calentarse en noviembre y desde el 23 de ese mes, golpea para .308/.368/.423, con tres biangulares, un bambinazo, 11 remolcadas y .791 de OPS, en 14 cotejos.

“De eso se tratan las cosas, de no rendirse y salir adelante. Creo que hemos jugado muy bien en los últimos días, porque todos estamos en la misma sintonía En el dugout reina una gran armonía y eso te hace sentir como dentro de una familia. Eso lo supe desde que llegué a Bravos. Pienso que vamos por el sendero correcto y si mantenemos la unión, que me recuerda a la que había en Tigres de Aragua cuando conquistamos muchos campeonatos (seis títulos en nueve finales disputadas entre las décadas de los 2000 y 2010), seguro conseguiremos los mejores resultados”, concluyó.

El bate del valenciano se calentó en la medida en la que avanzó el torneo | Foto: A. van Schermbeek

EL DATO

En los 30 encuentros en los que Wilson Ramos laboró como cátcher para Bravos de Margarita en esta justa, los lanzadores isleños admitieron 123 rayitas limpias en 253.0 innings, para exhibir una efectividad de 4.38. Los oponentes mantuvieron un average de .278, menor al promedio de la liga (.285). El careta carabobeño retiró a ocho de los 31 corredores que intentaron robarle bases (25%).