Jonathan Caicedo asumió mando de la Vuelta al Táchira | Fotos: Prensa Vuelta al Táchira
El experimentado corredor impuso su ley en el terreno de montaña: ganó la cuarta etapa con final en la capital emeritense y se erigió como líder de la competencia. Segundo triunfo parcial del equipo dirigido por Gianni Savio y David Plaza
Homero Duarte Corona | lanacionweb.com
Su “majestad la montaña”, terreno que quita y pone en cualquier carrera por etapas del mundo, estuvo presente de cuerpo entero en el ecuador de la Vuelta al Táchira 2024, final de la cuarta etapa frente a la Plaza Bolívar, de la serrana ciudad de Mérida.
Un experimentado ciclista ecuatoriano, Jonathan Caicedo, ficha del equipo mexicano Petrolike, con recorrido profesional por las principales Vueltas por etapas del planeta tierra y campeón de una Vuelta a Colombia, dio una clarinada, un aviso de lo que se propone junto a sus compañeros de equipo, un mexicano y cuatro colombianos.
Apenas 120 kilómetros, con salida en Tovar, tránsito por Santa Cruz de Mora, Lagunillas, Ejido y final frente a la Plaza del Padre de la Patria, 400 metros más arriba del mítico Parque Glorias Patrias, sitio de llegada de muchas ediciones del Giro Andino, pero suficientes para sopesar quienes son los invitados al festín, pelear por el título individual.
La lucha entre andinos: trujillanos, merideños y tachirenses tuvo un invitado de postín: Petrolike, un debutante equipo mexicano bajo la dirección técnica de un viejo y sempiterno ganador en carreteras tachirenses, el Team Manager Giani Savio y David Plaza.
Cinco títulos individuales en la Vuelta al Táchira es la carta de presentación de Savio, siempre “Honrando la Carrera”, su grito de gerra de toda la vida.
No todo está consumado, queda mucho trecho, un gran porcentaje sobre terreno de montaña, que en su primera gran aparición en cierta forma seleccionó la carrera, las diferencias a partir del séptimo lugar en la clasificación general supera el minuto.
Jonathan Caicedo y Edgar Cadena, compañeros de equipo hicieron el 1-2 en la etapa y el trujillano Juan Ruiz terminó el podio, separado a 49 segundos del primer lugar.
El “chacarito” Luis Mora (Ángeles Hernández) fue el primer tachirense en la meta, se metió en un duelo después de Lagunillas frente a la dupla Caicedo-Cadena pero restando un par de kilómetros para el final de la etapa, claudicó y concluyó en la octava plaza, a una diferencia de 1:18.
Pese a la enjundia y coraje de Mora, no fue el mejor día para equipo tachirense bajo la batuta de Aldrin Salamanca, perdió a su gran carta crédito, el triple coronado Roniel Campos, quien iba en pos de igualar el récord de José Rujano, único tetracampeón de la Vuelta; un fuerte virosis lo marginó de la competencia.
Fernando Briceño, gran damnificado en meta
Al final de la tercera etapa en La Tendida, el corredor trujillano al servicio del equipo “LaGuacamaya”, era el “amo y señor” de la Vuelta, además de líder individual también quedó al frente de los sprint, la montaña y por puntos, sin duda una gran demostración del vigente campeón de la Vuelta a Trujillo.
No es un eximio escalador Fernando Briceño, de allí la pérdida del liderato, llegó con un retraso de más 6 minutos y descendió al puesto 18 en la clasificación general, prácticamente sin ninguna opción al título.
Hoy otra etapa, “5 Estrellas”
Tan exigente como la cuarta, la caravana llega a la Grita, el mítico puerto del liceo Militar Jaúregui, final de la quinta etapa, con partida en La Tendida, límites entre los estados Mérida y Táchira, otro recorrido a sangre y fuego, 135 kilómetros, con la disputa de 8 premios intermedios, cuatro sprint y cuatro de montaña.
Otra vez el festín para los escaladores: ¿repetirá el equipo Petrolike, alcanzará la tercera victoria individual o se mantendrá a la expectativa…?
Por el poder que enseñó el nuevo líder en la cuarta etapa, se da por descontado que lo intentará otra vez con el respaldo de su equipo, ir en pos de ganar segundos o minutos para cruzar victorioso el próximo domingo en el tradicional circuito de las avenidas España y 19 de Abril, que será no apto para cardíacos, lejos de ser el “paseo del campeón”.
