
Mauricio Baíz jr se ubica 17 en el ranking mundial del Ironman | Foto: Cortesía
Mauricio Baíz jr supera sus propias expectativas en el exigente mundo del Ironman
Especial Antonio Castillo
Caracas.- El venezolano Mauricio Baíz jr ha logrado una transición que pocos deportistas en el mundo ni siquiera sueñan con llevar adelante.
Y es que el caraqueño de 25 años ha dado un giro de 360 grados del automovilismo de alta competencia al triatlón, dos disciplinas diametralmente opuestas, con parámetros realmente disímiles. En una, la dependencia del auto y sus variantes tecnológicas son vitales; mientras que en la otra es tu propio cuerpo el exigido y consecuentemente, las condiciones físicas imponen el ritmo. Así las cosas.
Inicios en El Poliedro
Apuntalado por una familia de deportistas, donde su abuelo Fernando fue consecuente campeón nacional de automovilismo, y su tío Fernando Carlos se erigió varias veces como el mejor del país tanto en autos como en motocicletas, Mauricio jr no podía ser la excepción.
En este contexto familiar comenzó a probar sus habilidades conductivas con apenas cuatro años, cuando su padre Mauricio lo subió a un kart en una pista que regentaba en El Poliedro de Caracas. De inmediato todos se dieron cuenta que el niño -inmerso en el gigantesco casco- tenía talento, y de allí en adelante comenzó a destacar en cuan categoría compitió.
Tal fue la progresión que alcanzó en tan poco tiempo, que a los siete años ya estaba compitiendo internacionalmente.
Estos asombrosos avances hicieron que sus padres se plantearan la posibilidad de enviarlo al exterior, y es así que después de concluir sus estudios en el Colegio Los Arcos, lo inscriben en un instituto en Lugano, Suiza, donde paralelamente tenía la oportunidad de desarrollarse como piloto en las cercanas pistas de Italia.
De hecho, en ese centro de estudios en Lugano también tomaban clases prospectos del automovilismo, tal es el caso del estadounidense Logan Sargeant, el ecuatoriano Juan Correa y el británico Lando Norris.
Ya con 15 años, el nombre de Mauricio Baíz jr era habitual en el paddock del Karting World Championship (KWC), especie de Fórmula 1 del kart mundial.
En 2014, en la pista 7 Laghi, en Casteletto di Branduzzo, Italia, rindió una de sus mejores demostraciones ante rivales de talla mundial como el prospecto Mick Schumacher, hijo del séptuple campeón de la Fórmula 1, pero fue en d’Aunay Les Bois, Francia, donde brilló con luz propia en una de las válidas de la CIK-FIA, cuando luego de clasificar en el puesto 28 entre 94 competidores, pudo subirse al podio al arribar tercero tras una épica recuperación.
Ya sin nada que probar en el karting, Mauricio ascendió al automovilismo formal, hasta llegar a la F4, donde debió abandonar su sueño debido a los altos costos de una disciplina de alto rendimiento. Corría el año 2016 y el caraqueño quedó devastado, ya que marchaba tercero en el campeonato y sus proyecciones se perdían de vista.
Atrás quedaron dos títulos mundiales de Easykart, muchas victorias, satisfacciones y reconocimientos, como el que le hizo en cadena nacional el propio presidente Hugo Chávez en 2012, al reconocer sus méritos.
“Tuve que despedirme del automovilismo, pero no de mi espíritu competitivo”, recuerda Mauricio.
Giro de 360 grados
Efectivamente, ese espíritu lo llevó, años después, a encontrar una nueva pasión en los deportes de resistencia, donde actualmente es uno de los mejores del mundo.
Pero no fue fácil. Eso de ser reconocido en cada lugar, donde era centro de atención de los medios de comunicación, aparte de tener que mudarse de Lugano, en Suiza, al Doral en Miami, fue un duro golpe para Mauricio, quien debió ser tratado por psicólogos para solventar la situación sin mayores traumas.
En ese proceso, su padre le regaló una bicicleta para que tratara de drenar tanta pasión y adrenalina que llevaba adentro y allí recomenzó su carrera deportiva, si se quiere de manera inesperada.
En 2022, tras una lesión de rodilla, comenzó a nadar y trotar como parte de su rehabilitación. Lo que empezó como un ejercicio terapéutico pronto se convirtió en un desafío que lo marcaría para siempre.
“Inscribirme en mi primer triatlón, el Ironman 70.3 Indian Wells, fue un reto enorme. Entrené solo tres meses y completé la prueba en 5 horas y 17 minutos. Fue ahí cuando descubrí que podía aspirar a mucho más”, afirmó.
Desde entonces, el caraqueño no ha dejado de superarse. En abril de 2024, debutó en el Ironman de distancia completa en Texas, cruzando la meta en un impresionante tiempo de 9 horas y 54 minutos. Este año, subió al podio del Ironman Florida, obteniendo el segundo lugar en su categoría y el puesto 25 entre más de mil 500 participantes. Esta performance le valió para clasificarse al Mundial Ironman 2025 en Francia.
Este logro es, sin dudas, un reflejo de su disciplina y ambición.
“Competir en Francia será un honor. Mi objetivo no es solo representar a Venezuela, sino demostrar que los límites están hechos para romperse”, asegura Mauricio Baíz jr, un claro ejemplo de resiliencia y dedicación.
Bruno, el mejor amigo de la familia Baíz-Prisco
Luego de regresar de Suiza en 2016, Mauricio Baíz jr continuó sus estudios en Estados Unidos, hasta graduarse de Constructor Management en la Universidad de Boston.
Paralelamente se involucró de manera decisiva en la empresa familiar Bruno Happy Dogs, un verdadero oasis de mascotas, ubicada en la localidad de Southwest Ranches, en Florida.
Con una visión extraordinaria, la familia Baíz-Prisco supo llevar adelante esta empresa desde unos orígenes donde su perro Bruno es protagonista principal.
Este labradoodle, especie de poodle gigante, es una de las razas preferidas de la sociedad estadounidense, y en este sentido, Mauricio jr, al lado de su mamá Zulay, sus hermanas Valentina, Alessia y su padre Mauricio Sr, vieron este filón económico inexplorado, y han logrado salir adelante entre las vicisitudes cotidianas.
Futuro inmediato
Siempre apoyado por su familia, el atleta caraqueño ha logrado en menos de dos años consolidarse en el puesto 17 del ranking mundial, aparte de ser un referente para los jóvenes venezolanos que buscan superar los límites.
Cerrará 2024 participando en diciembre en el Ironman 70.3 Indian Wells, con el objetivo de mejorar sus tiempos y ajustar su estrategia de nutrición para futuras competencias. Además, está documentando todo su proceso en sus redes sociales, inspirando a una nueva generación de atletas a través de su cuenta de Instagram, @mauriciobaiz.
A largo plazo, su meta es convertirse en triatleta profesional, seguir elevando el orgullo venezolano y motivar a otros a romper sus propios récords.