New Mets manager Carlos Mendoza at Citi Field | Foto: Charles Wenzelberg / New York Post

César Augusto Márquez | Prensa LVBP

 

Nueva York.- A Carlos Mendoza no le son ajenas las luces que iluminan Nueva York. El nuevo mánager de los Mets se siente cómodo en la que es conocida cómo la Capital del Mundo, un lugar al que sin complejos llama hogar.

El segundo estratega venezolano en ser oficializado en el cargo por un equipo de las Mayores, nació a 3.436 kilómetros de La Gran Manzana, en la ciudad de Barquisimeto al occidente de Venezuela y se crió bajo otras luces, las de los crepúsculos que hacen famosa a la también llamada ciudad del tamunangue, el cuatro y el corrido.

Mendoza, quien fue presentado el martes en Citi Feld, sede de los metropolitanos, considera que esa cercanía con la ciudad fue una de las claves que llevó al equipo a ofrecerle el cargo de piloto.

“Pienso que el hecho de haber desarrollado mi carrera en esta ciudad, saber cómo es la fanaticada, los medios y cómo se vive el beisbol acá, es algo que influyó en la decisión”, dijo el venezolano en su primera presentación oficial con la camiseta blanca con rayas azules y anaranjadas.

Mendoza se formó como técnico en las filas de los Yanquis de Nueva York, vecinos de los Mets, que le dieron la oportunidad en 2009 de iniciar su carrera como técnico, un camino que lo llevó a graduarse de grandeliga, como alguna vez le prometió a Leyda, su madre, quien estaba de cumpleaños y presente en el estadio junto al padre, la esposa y los hijos de Carlos.

Carlos Mendoza es el segundo mánager que es nombrado de manera oficial en MLB | Foto: MLB.COM

EL CAMINO DE LUIS APARICIO

La historia de Carlos Mendoza está estrechamente vinculada a la de Luis Aparicio, el primer y hasta ahora único Salón de la Fama venezolano, a quien considera más que un mentor, un segundo padre.

El nuevo estratega neoyorquino, creció en las residencias Los Humocaros, en la urbanización FundaLara de Barquisimeto, donde fue vecino del inmortal venezolano, una relación que se fue forjando con los años.

“Yo no sabía quién era Luis Aparicio cuando tenía cinco años (risas) pero luego se hizo un mentor para mí, lo considero un segundo padre. Me dio muchas enseñanzas y ya como profesional, me dirigió, recuerdo que me decía en las prácticas de bateo: ‘No te vayas a hacer out en el BP’, tengo mucho que agradecerle y es una de las próximas llamadas que debo hacer”, dijo el flamante piloto con una sonrisa que denotaba el cocktail de emociones que vivía en ese momento.

Para Nelson Aparicio, hijo de Luis, Carlitos, como lo llama cariñosamente es parte de la familia.

“Siempre lo voy a llamar Carlitos, lo conocimos desde pequeño. Mi padre lo quiere mucho y siempre le dio consejos de beisbol. En una ocasión, le trajo implementos de beisbol de Estados Unidos, también fue su mánager en el profesional con los Tiburones y bastante que lo puso a jugar”, dijo Nelson, vía telefónica desde Florida, donde reside.

UN CARDENAL EN EL CORAZÓN

Continuaba la rueda de prensa y Mendoza no paraba de sonreír a los flashes de las cámaras y a las incesantes preguntas de una prensa neoyorquina que lo increpaba. Después de todo, en Queens, tienen 37 años sin probar las mieles de un título.

Carlos, contestaba apacible a todos, con aplomo y sobretodo serenidad.

“Aquí vinimos a crear una cultura de organización, a competir, divertirnos y ganar”.

No es un novicio en estas lides, ya tomó las riendas de los Yanquis en las menores y de forma interina cuando le tocó suplir a Aaron Boone. Sin embargo, su camino se forjó en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, donde dirigió a sus Cardenales de Lara, con quienes también jugó y ligó como fanático siendo un niño.

“Creo que la experiencia de dirigir en Venezuela tuvo un impacto importante en mi carrera. Me ayudó mucho a mi crecimiento como profesional”, aludió a su experiencia como estratega del Cardenales.

Para Carlos Miguel Oropeza, Gerente General de los alados, Mendoza también es parte de la familia.

“Tenemos mucho que agradecer a Carlos, es parte de nuestra familia. Él se planteó un proyecto a dos años y en ese período fue un gran estratega, siempre comunicativo, dispuesto y muy honesto, con un compromiso inmenso con el equipo”, dijo el ejecutivo larense, quien conoció al ahora piloto como jugador. “Jugó para nosotros en una etapa madura de su carrera y siempre fue muy interesado en entender el juego, fue entonces cuando tomó la difícil decisión de retirarse y emprender una carrera como técnico”, agregó.

Para Oropeza, lo que significa Carlos se resume en una frase autóctona de Lara.

“En Barquisimeto siempre decimos que alguien que juega para nosotros siempre lleva un Cardenal en el corazón, Carlos lo lleva y nosotros llevaremos ahora un Met en el corazón”.

Desde el 14 de noviembre, ese sentimiento es nacional y millones de venezolanos ligarán un título de los Mets, pues Venezuela tiene un nuevo mánager en Grandes Ligas, criado bajo los crepúsculos y en busca de la historia, bajo las luces de los rascacielos de La Gran Manzana.

Carlos Mendoza estuvo acompañado por su familia durante el acto de presentación

EL DATO

Carlos Mendoza fue contratado oficialmente el lunes como mánager de los Mets de Nueva York con un contrato de tres años y la tarea de liderar un cambio tras el enorme fracaso de 2023. El técnico, de 43 años de edad, tiene en su acuerdo una opción del equipo para 2027.