José Alguacil dirige a un equipo ganador | Fotos: Alejandro van Schermbeek

Antonio Castillo

Tw @Leonatico

 

Alguacil debe dirigir y mantener el dugout en armonía

 

El manager José Alguacil tiene ante sí disyuntivas -si se quiere agradables- que resolver a diario. El hecho es que cuenta con numerosos argumentos para plasmarlos en el terreno de juego y, paralelamente, mantener en armonía el dugout melenudo.

Con la adición de los grandeligas Harold Castro y Oswald Peraza, más el consenso a futuro de Yonathan Daza y Ricardo Cova, que llegaron al equipo a través de transacciones, Alguacil debe barajar la situación con tacto, para no herir susceptibilidades (egos) dentro de sus filas.

Y ciertamente que la situación es realmente complicada. ¿Cómo dejas fuera del lineup a Aldrem Corredor, Gabriel Noriega, Wilfredo Tovar o César Hernández?

Es cierto que debes darle descanso a tus piezas clave, pero ¿cómo asumirían José Rondón, Oswaldo Arcia o el mismo novato Eliézer Alfonzo jr que los dejen en la banca, sobre todo después de que el día anterior dejaron piel, alma y corazón en el terreno, para darle al Caracas otra victoria?

Es complicado, pero peor sería que no tuvieses a nadie que viniese de la banca a hacer un trabajo digno, de calidad.

En todo caso, los Leones se mantienen en puestos de privilegio, gracias a un compacto teamwork que luce incluso más sólido que el de la temporada pasada, cuando consiguieron el título 21 de la franquicia.

Y regresando a las transacciones que ejecutó la gerencia capitalina, creemos que la salida de Alexander Palma hacia los Tigres de Aragua debe beneficiar a este corajudo pelotero que precisamente fue pieza importante en la conquista caraquista de la zafra anterior.

De 28 años, Palma exhibía un promedio de por vida con el Caracas de .277, con 16 cuadrangulares, 137 remolcadas y 104 anotadas, en 202 juegos disputados en la LVBP.

Sin duda que sus espectaculares engarces en la pradera derecha serán extrañados por la afición melenuda, pero al perder la titularidad, lo más sano era canjearlo y así lo hizo la gerencia capitalina, que recibió a cambio al joven Ricardo Cova, quien con apenas 19 años despunta en las granjas de los Marineros de Seattle.

En la Liga de Arizona, en categoría rookie, Cova bateó en 2023 para .330 de promedio (de 91-30), con siete dobles y un jonrón.

De estatura media (1,75m), este veloz pelotero portocruzano se robó 17 bases en 20 intentos, pero lo que más llama la atención de los técnicos de Seattle es que puede jugar con particular solvencia en tercera, segunda y los jardines.

Por su parte, el derecho Anthony Castro pasó a los Tiburones, donde tratará de recuperar el nivel que le mantuvo en las Grandes Ligas durante tres años (2020, 2021 y 2022), y que lo llevó a salvar 13 juegos con los Leones en la temporada anterior.

Al final de esa zafra de la pelota local, Castro desmejoró en cuanto a su efectividad y tras lesionarse regresó este año al bullpen capitalino, donde se mostró irregular en sus seis salidas al montículo. En 4.2 innings aceptó seis indiscutibles y cinco carreras limpias para una efectividad (¿?) de 9.64. Otorgó cuatro boletos –a razón de uno por episodio- lo cual es un pecado capital para un relevista.

En ese cambio, el Caracas obtuvo al grandeliga de los Rockies de Colorado, Yonathan Daza, quien antes de lesionarse un hombro tempranamente en la temporada de MLB, bateó para .270 (de 74-20), con seis dobles, siete impulsadas, ocho anotadas y un robo.

 El manager José Alguacil confesó que desde hace varios años el Caracas estaba detrás de Daza para que se encargara del centerfield. En la actualidad debe pasar por un proceso de recuperación para que vuelva al ‘play’. Entretanto,  ¡Caraquistas Forever¡