La posible presencia de atletas rusos y bielorrusos en los Juegos Olímpicos París-2024 enrarece el clima deportivo
Muchas declaraciones, posiciones encontradas y hasta amenazas de boicot se han hecho presente en estos oscuros tiempos, pero lo único cierto es que el COI es el único organismo capaz de tomar «una decisión soberana» al respecto, y eso lo declaró recientemente la ministra francesa de Deportes, Amélie Oudéa-Castera.
En su carácter de anfitriona de la magna cita deportiva universal, Oudéa-Castera aseguró que “Francia reconoce y respeta la autonomía del movimiento deportivo».
Sin embargo, crece la incertidumbre mientras que algunos torneos clasificatorios ya han comenzado en algunas disciplinas.
En este contexto fue que intervino la ministra gala en audiencia pública organizada por una comisión de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE).
El objetivo: redactar un informe sobre la eventual participación de rusos y bielorrusos en los Juegos que se celebrarán en Francia entre el 26 de julio y el 11 de agosto de 2024.
El ministro de la Juventud y de Deportes de Ucrania, Andriy Chesnokov, también fue invitado al acto, en el que pidió a la Asamblea Parlamentaria seguir «apoyando sin fisura» a su invadido país, prohibiendo la participación en los Juegos de París a los deportistas rusos y bielorrusos.
Por supuesto que el COI no podía cruzarse de brazos ante tan delicada disyuntiva, y uno de sus representantes, Gaby Ahrens, antigua tiradora deportiva y presidenta de la Comisión de Deportistas de la Asociación de Comités Nacionales Olímpicos de África (ACNOA), hizo un llamamiento a «no condenar a los deportistas» por las maniobras de sus dirigentes.
El COI había recomendado en marzo la reintegración de los deportistas rusos y bielorrusos a las competiciones internacionales, bajo bandera neutral y «a título individual», en caso de que no hayan apoyado activamente la guerra en Ucrania, pero hasta la fecha la organización aún no ha tomado una decisión al respecto, lo cual ha generado más dudas.
Entonces, el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, declaró que rusos y bielorrusos podrían competir en París a condición de que no estén «bajo contrato» con el ejército o las agencias de seguridad de ambos países.
A pesar de las buenas intenciones de Bach, Ucrania decidió tomar el toro por los cuernos y decidió no enviar a sus atletas al Campeonato Mundial de Judo, a celebrarse en Qatar la semana próxima, alegando que algunos de los judocas rusos y bielorrusos que competirán en el evento son soldados en activo.
La Federación Internacional de Judo (IFJ), había dado luz verde a la presencia de rusos y bielorrusos en estos campeonatos del mundo, a condición de participar de manera individual y como atletas neutrales.
«La mayoría del equipo (ruso), son atletas que están en activo en las fuerzas armadas de la Federación Rusa que atacó Ucrania el 24 de febrero de 2022» y que «sigue librando una brutal guerra a gran escala en nuestro territorio», reseñó la agencia francesa de noticias AFP.
«Más de 250 atletas ucranianos han dado su vida defendiendo el país, entre ellos representantes del judo», indicó la federación ucraniana, añadiendo: «No vemos neutralidad, igualdad de condiciones ni ‘un puente hacia la paz’ como se indica en la resolución de la IFJ sobre la participación de equipos rusos y bielorrusos en el Mundial de Doha».
“El COI dice que el estatus de atleta neutral solo puede otorgarse a aquellos que no sean militares».
A pesar de contar con apenas 22 años, la judoca ucraniana Daria Bilodid es una de las más finas exponentes de la disciplina a nivel mundial. Hija del también judoca Hennadi Bilodid, presenta un envidiable palmarés que incluyen tres medallas de oro en campeonatos europeos (1917 y 1919), dos doradas en Mundiales (2018 y 2019), más el bronce obtenido en los Juegos Olímpicos de Tokio (2020), todas en la categoría de -48 kilos.
«Todas esas personas que van a participar en el Campeonato Mundial son militares. No tiene ningún sentido ¿verdad?», afirmó sin tapujos la campeona, antes de agregar: «Creo que es inaceptable autorizar a militares de un país terrorista, que mata cada día a ucranianos, a participar en competiciones internacionales».