Rafael Nadal tiene el calendario en contra | Foto: LaPresse

El tenista español luchará por llegar al Roland Garros con opciones reales

 

Especial | Antonio Castillo

Caracas.- Rafael Nadal, ese portentoso zurdo, capaz de llegarle a las pelotas más inaccesibles, el de saques cruzados de vértigo que dejaban paralizados a sus rivales, el de las voleas centelleantes, ese que a pesar de ir dos sets abajo en un grand slam no se rendía y batallaba hasta obtener la victoria, ese Nadal  empieza a comprender de poco que el cierre de su carrera está cada vez más cerca.

Y es que tras renunciar al Abierto de Australia, el tenista mallorquín dio muestra inequívoca que no está totalmente recuperado de la lesión en el psoas de la cadera izquierda, lo cual se antoja determinante en lo que a permanencia en la actividad se refiere.

Luego de casi un año alejado de las canchas  (349 días para ser exactos), Nadal reapareció con buenas sensaciones en el torneo de Brisbane, al punto que muchos se atrevieron a asegurar que había recuperado su toque. Su talento permanecía intacto, quizás un poco lento, pero era normal luego de la larga inactividad.

Pero de pronto sintió que las cosas no iban bien, y al ser exigido durante más de tres horas por el australiano Jordan Thompson, las alarmas volvieron a sonar, con más estridencia que nunca.

Es cierto que Nadal se encargó de dejar en claro que no se trataba de una recaída del problema que lo marginó durante tanto tiempo, sino que la molestia se focalizaba en un músculo que sufrió un pequeño desgarro, pero… las alarmas siguen encendidas.

 «Hola a todos, durante mi último partido en Brisbane tuve un pequeño problema en un músculo que como sabéis me tuvo preocupado. Una vez que llegué a Melbourne tuve la oportunidad de hacerme una resonancia magnética y tengo un micro desgarro, no en la misma parte donde tuve la lesión y eso es una buena noticia», indicó Nadal en su mensaje emitido en sus redes sociales oficiales.

Poco después informó que seguiría trabajando para tratar de volver a las canchas lo más pronto posible.

«Ahora mismo, no estoy preparado para competir al máximo nivel de exigencia en partidos de cinco sets. En España me verá mi médico, recibiré tratamiento y descansaré. He trabajado muy duro durante el año para este regreso y, como siempre dije, mi objetivo es estar en mi mejor nivel en tres meses».

Optimismo

Nadal está claro que probablemente ésta será su última temporada como tenista profesional, pero quiere retirarse dando espectáculo, peleando de tú a tú con los mejores jugadores del momento y ciertamente que en Brisbane echó mano de su gran bagaje tenístico, primero ante el austríaco Dominic Thiem, un ex top ten que lo calibró el dos de enero; y luego ante el local Jason Kubler, un jugador que está en franco ascenso luego de sufrir varias cirugías de rodilla.

Frente ambos hizo recordar al Nadal técnico, preciso y batallador, antes de caer ante Thompson, víctima del desgarro en el muslo izquierdo.

Es por ello que sigue siendo positivo con la evolución de la temporada.

“Tenía muchas ganas de jugar aquí en Australia y he tenido la oportunidad de jugar algunos partidos que me han hecho muy feliz y positivo. ¡Gracias a todos por el apoyo y hasta pronto!», dijo el balear antes de viajar a España para iniciar la recuperación con miras a la temporada de arcilla, su gran objetivo.

El Roland Garros

Antes del segundo Grand Slam de la temporada, a disputarse en París entre el 26 de mayo y el nueve de junio, Nadal tiene varios  compromisos, uno de ellos en Las Vegas (una exhibición junto a Carlos Alcaraz), además del Masters 1000 de Montecarlo, el Conde de Godó de Barcelona y el Masters de Roma, habituales en su preparación para su torneo preferido, el Roland Garros.

Si las lesiones no le juegan otra mala pasada, Nadal tratará de ganar en París su 15° Roland Garros, performance que difícilmente será igualada en los próximos años.

En todo caso, si logra o no otra de sus hazañas épicas en la capital francesa, el tenista manacorí de 37 años podrá decir adiós con la satisfacción del deber cumplido.