Joseph Ñambre | Prensa LVBP
Caracas.- Omar Vizquel, ganador de 11 Guantes de Oro como campocorto en la Major League Baseball (MLB) y miembro del Salón de la Fama de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), fue homenajeado el viernes por Leones del Caracas, el club para el que laboró sus 13 torneos en el país como pelotero activo.
El antiguo infielder, elegible para el Salón de la Fama de Cooperstown y conocido como “Manos de Seda”, ofreció una rueda de prensa el viernes en el estadio Monumental de Caracas “Simón Bolívar” previo al duelo que perdieron 6-4 los melenudos ante Tigres de Aragua. Aseguró que su mayor deseo es integrar el cuerpo técnico de un club de la LVBP en el futuro.
«Quisiera poder ser técnico en la LVBP, aunque mi prioridad es estar con los Leones. Si algún día me necesitan, estaré disponible para trabajar con ellos. Siempre ha existido la posibilidad de ser coach con Leones», señaló Vizquel al responder a una interrogante hecha por Guillermo Liñares, periodista del Diario 2001, al que le dijo que se siente muy contento con la labor hecha por José Alguacil como mánager de los capitalinos porque los llevó a ostentar un récord de 28-18, idéntico al que registra Cardenales de Lara con el que compartían la cima de la tabla antes de su enfrentamiento sabatino.
“La gerencia y el staff técnico de Leones han hecho un gran trabajo y construido una buena química. Eso es muy valioso”, indicó el antiguo shortstop que en la pelota rentada local de invierno era el portador de la camiseta 23 del Caracas, misma que lució el viernes 15 de diciembre de 2023 para efectuar el lanzamiento inicial del Derbi Felino.
Estar presente en el coso de La Rinconada fue emotivo para Vizquel, porque pudo participar como coach invitado en una práctica del equipo leonino. También firmó autógrafos y se tomó fotos con los fanáticos que, sin distinción de edades, lo consideran un auténtico ídolo de una organización con la que levantó cuatro trofeos y laboró por última vez como jugador en el torneo 2007-2008.
“El amor de la gente hacia mí se ve en la calle. Es increíble que después de tanto tiempo y aunque use gorra o lentes oscuros para tratar de pasar desapercibido, me reconozcan a leguas y me expresen su alegría. Siempre me recuerdan historias sobre juegos en los que participé con Leones y me hablan de cuando formé parte de elencos afiliados a Criollitos de Venezuela. A veces uno trata de permanecer silente para hacer sus actividades familiares, pero se hace difícil porque la gente te llega y te pide una foto o que coloques tu firma en una camisa. Eso es bonito porque demuestra la alegría que hay cuando estoy en Caracas, que es mi casa y donde soy un ciudadano más”, explicó a Efraín Zavarce, comentarista de La Mega (circuito radial de Leones).
Presenciar un careo de la LVBP le trajo múltiples recuerdos al exparador en corto, que en la MLB se mantuvo en actividad durante 24 campañas y llegó a vestir las franelas de Marineros de Seattle, Indios de Cleveland –ahora Guardianes-, Gigantes de San Francisco, Vigilantes de Texas, Medias Blancas de Chicago y Azulejos de Toronto.
Rememoró cetros conquistados con los reyes de la selva en las justas 1986-1987, 1987-1988, 1989-1990 y 1994-1995 de la LVBP. Afirmó que, de todas ellas, la más especial fue la última consagración, porque Caracas la logró después de remontar un déficit de 2-0 frente a Águilas del Zulia para imponerse 4-2 en una Gran Final en el que la novena avileña estuvo bajo las órdenes de Pompeyo Davalillo, recordado piloto criollo.
“Recuerdo muchísimo esa final de la temporada 1994-1995 frente a Águilas del Zulia que tenía un equipazo y que no pude comenzar porque después del Round Robin tuve que marcharme a Estados Unidos donde tenía un familiar enfermo. La llave estaba 2-0 a favor de Zulia y mis allegados me dijeron que el Caracas estaba muy mal. Me pidieron que regresara a Venezuela para ayudar al club a ganar y lo hice. Pudimos triunfar en cuatro encuentros seguidos para titularnos. Fue algo muy bonito”, comentó el hombre de 56 años de edad que sabe cuál fue el punto de inflexión de ese cruce por el gallardete de la LVBP en el que los rapaces estaban bajo la conducción del mexicano Rubén Amaro Mora.
“Pompeyo Davalillo era el mánager y también fungía como coach de tercera base. Cuando regresé hicimos una reunión en el estadio Universitario y yo le sugerí que se dedicara sólo a dirigir, para que le delegara la función de estar en el tercer cojín a otra persona. Me hizo caso y todo el grupo se consolidó. Pienso que ganamos esa final frente a Zulia porque tuvimos mucha fortaleza mental. Eso hace que conquistar ese trofeo representa una de mis mejores memorias”, añadió Vizquel que confesó ser admirador de la nueva camada de infielders criollos que labora en MLB, de la que forma parte Orlando Arcia (Bravos de Atlanta), quien se muestra actualmente con Leones en la LVBP.
«Hay una evolución del juego de béisbol. En Venezuela hay muchos peloteros que son buenos fildeadores. A mí me gustaba mucho en su día Elvis Andrus (Medias Blancas de Chicago). Ahora tenemos a Orlando Arcia o a un Andrés Giménez (segunda base de Guardianes que totaliza dos manoplas doradas). Si me siento identificado con alguien es con Giménez, pues es un infielder increíble», cerró.
DUPLAS QUE MARCARON A “MANOS DE SEDA”
Vizquel recordó a los peloteros con los cuales se sintió mejor a la hora de laborar como campocorto, pues desarrolló mucha empatía con algunos camareros.
«Aquí en Venezuela me llevé muy bien con Edgar ‘Chino’ Cáceres. En MLB tuve una gran relación con Roberto Alomar (miembro del Salón de la Fama). También me la llevé muy bien con Edgar Alfonzo en la LVBP. Todos los compañeros que pasaron por ahí eran tranquilos. Me hubiese gustado jugar más con Marco Scutaro porque tenía mucha calidad”, admitió.
EN EL CAMINO A COOPERSTOWN
Al caraqueño le quedan un par de años elegibilidad para el Salón de la Fama de la MLB y espera obtener el mínimo de 5% de la votación hecha por la Asociación de Escritores de Beisbol de América (BBWAA) para mantenerse en la carrera por ingresar al Templo de Cooperstown, donde pretende ser el segundo nativo en poseer una placa, tras Luis Aparicio.
«Tengo la esperanza de seguir aumentando en las boletas para el Salón de la Fama. Aún me quedan dos años más para ser seleccionado después de éste y he tratado de trabajar todo el tema para estar bien legalmente. Tengo la esperanza de poder estar algún día allí», dijo.
ENCANTADO CON EL COSO DE LA RINCONADA
El antiguo torpedero, que totalizó 2.877 hits y asistió a tres ediciones del Juego de Estrellas de la MLB, valoró la construcción del Estadio Monumental de Caracas “Simón Bolívar”, porque lo considera un coso que se merecían los fanáticos de la LVBP, ya que está a la altura de los mejores escenarios deportivos del planeta.
“Conocer el estadio fue increíble. Alguna vez pensé que merecíamos un parque a nivel MLB y ahora existe en Caracas. El beisbol ha crecido de manera muy rápida en el país y hay muchos jugadores talentosos. La LVBP y toda Venezuela necesitaba algo así. Esta es una obra que me llena de satisfacción”, declaró.