Yulimar Rojas ha demostrado una vez más que su principal rival es ella misma
Especial | Antonio Castillo
Caracas.- La indiscutible reina del salto triple, la venezolana Yulimar Rojas, ratificó en el reciente Campeonato Mundial de Atletismo celebrado en Budapest, Hungría, que aún sin estar en su mejor día, no tiene rivales que la inquieten, enemigas que puedan desplazarla de lo más alto del podio.
En el novedoso estadio Nemzeti Atlétikai Központ, ubicado en la ribera oriental del Danubio, Yulimar dejó claro que la única rival que tiene actualmente es ella misma y que solamente ella es su peor enemigo.
Olvídense de la ucraniana Maryna Bekh-Romanchuk, las cubanas Leyanis Pérez, Liadagmis Povea, las estadounidenses Tori Franklin, Keturah Orji, las jamaicanas Shanieka Ricketts, Kimberly Williams, la representante de Dominica Thea LaFond, lo mismo que de la italiana Ottavia Cestonaro. Ninguna aparece en el horizonte como férreas contrincantes de la criolla.
En la final de Budapest, todas ellas tuvieron la oportunidad de ganar la medalla de oro en el triple salto, y más que eso, desbancar a la atleta que ha dominado con apabullante superioridad la disciplina en los últimos años. Pero no pudieron. Yulimar con un último –y dramático- salto de 15,08 metros, se los impidió.
«Todavía no me lo creo. Son cuatro veces, son cuatro títulos de campeona del mundo. Se dice fácil, pero es algo que lleva mucho trabajo, mucha dedicación, mucho sacrificio», declaró la venezolana tras su triunfo.
«Nunca me he dado por vencida, siempre soy una guerrera. Ganar hoy era un objetivo muy grande para mí. No lo he logrado como quería, no he quedado satisfecha del todo con la marca, pero el solo hecho de poder revalidar y poder hacerlo de la forma que lo hice, en el último salto, ya me hace muy feliz», agregó, reconociendo las exigencias y la presión a la que se vio sometida.
Lejos de sus marcas
La estrella venezolana se quedó lejos de su récord mundial (15,74 metros bajo techo) logrado en Belgrado el año pasado, o de su mejor marca al aire libre (15,67 m) en Tokio, pero cumplió la misión de añadir un oro más a su colección, después de los logrados de manera consecutiva en los Mundiales de Londres en 2017, en Doha en 2019 y en Eugene (Estados Unidos) en 2022.
En efecto, con su dorada en Budapest ratificó su status de ser la atleta con más títulos mundiales en el triple salto, reforzando una hegemonía absoluta que se extiende a la rama masculina, ya que alcanzó la performance del estadounidense Christian Taylor, quien también logró cuatro coronas universales en el triple salto, aunque los suyos no fueron consecutivos.
Es de hacer notar que Yulimar también igualó la cuarteta de títulos mundiales al aire libre, que consiguió en su momento su entrenador cubano Iván Pedroso, en su caso en el salto largo.
Si a ello añadimos los tres títulos mundiales bajo techo y, sobre todo, el oro olímpico de Tokio en 2021 y la plusmarca mundial, tenemos que, más que concluir, ratificar que estamos en presencia de la reina absoluta de su disciplina.
En Chile sin presión
Yulimar se ganó en los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe, realizados entre junio y julio en El Salvador, su derecho a estar presente en los Juegos Olímpicos París-2024.
La criolla logró un salto de 15,16 metros, que le valió para superar la marca mínima de 14,55m exigido por la World Athletics, conseguir su primer título en los CAC, batir el récord regional en poder de la colombiana Caterine Ibargüen (14,92m) y superar con creces su participación en los juegos realizados en Veracruz, México, en 2014, donde quedó fuera del podio en la cuarta posición.
Luego de la aleccionadora experiencia de Budapest, Rojas se mantendrá entrenando en Barcelona, España, para los Panamericanos de Chile de octubre y noviembre venideros, donde buscará revalidar el oro de los juegos continentales, sin perder de vista su objetivo principal de esta temporada, que no es otro que llegar a los 16 metros y escribir una nueva historia en el atletismo mundial.
Se estima además que en los Juegos Olímpicos de París del próximo año, Yulimar pueda superarse a sí misma, a su gran rival de los últimos tiempos. Ella tiene la palabra y sus poderosas zancadas serán de nuevo su principal arma.