
El británico puso fin a una racha de dos años y medio sin triunfo | Foto: AFP
La escudería alemana, afianzada en Brackley, se asoma como aspirante de lujo
Especial Antonio Castillo
Caracas.- El constante desarrollo de la escudería Mercedes, que le ha llevado a lo más alto del podio en los últimos dos Grandes Premios (Austria y Gran Bretaña), ha transformado a la Fórmula 1, que ha pasado de ser un tedioso monólogo de Red Bull a un interesante torneo donde las opciones están abiertas.
Paralelamente, el equipo McLaren también ha subido sus acciones con un prototipo veloz y confiable, que en las manos de los jóvenes Lando Norris y Oscar Piastri, hace evocar las gestas pasadas del mítico Ayrton Senna.
Es así que el binomio Verstappen-Red Bull ya no genera pánico entre sus rivales, ya que pareciera haberse evaporado la eficiencia abrumadora que mostró a inicios de campaña. La escuadra austríaca se ha visto desafiada (y superada) por contendientes que no aparecían en los pronósticos más optimistas.
Específicamente Mercedes ha irrumpido de manera irreverente en las últimas carreras, algo que a principio de temporada parecía, cuando menos, complicado.
Las victorias de George Russell en Spielberg y de Lewis Hamilton en Silverstone han levantado de sus asientos a los miles de aficionados en todo el mundo, quienes amodorrados por la brutal hegemonía de Red Bull, ahora quieren más.
Y Marcedes quiere complacerlos, ya que en la fábrica de Brackley siguen trabajando febrilmente en la actualización de un W15 que ya parece haber solucionado sus problemas y haber dado pasos de gigante en la lucha por las victorias. En este punto señalaron que volverán a introducir mejoras.
Ya lo venían avisando en los últimos meses y, al final, lo han cumplido con las últimas dos victorias, que han hecho realidad un sueño: ahora luchan, como mínimo, por el podio, con opciones claras en cada carrera. Así las cosas.
A los pies de Hamilton
Fue tal el brillante desempeño del británico Lewis Hamilton en la pista de Silverstone, que hasta los rivales debieron reconocer su grandeza al volante.
El asesor de Red Bull, el austríaco Helmut Marko, atribuyó gran parte del mérito de la victoria de Mercedes en Silverstone al séptuple campeón. Marko exaltó el potencial que atesora Hamilton a la hora de sacar el máximo de sus neumáticos, sin que pierdan toda su vida útil “y eso fue lo que hizo en las últimas 14 vueltas con los blandos”, dijo el veterano.
Marko cree que Red Bull se quedó a dos vueltas de ganar la carrera en Silverstone, dado que Max Verstappen cruzó la meta a segundo y medio de Hamilton. En todo caso, el vigente campeón del mundo debió conformarse con el segundo lugar en una carrera en la que ha ido de menos a más, tras pasarlo muy mal al principio. Sus vueltas finales fueron de alto nivel, pero no pudo con el británico.
Marko aplaudió la actuación de Hamilton en las últimas 14 vueltas, en las que hizo funcionar el neumático blando de principio a fin, cuando no parecía el compuesto más adecuado. El austriaco afirmó el año pasado que Lewis era el mejor gestor de neumáticos de la parrilla junto a Verstappen y el domingo pasado ha quedado claro el porqué de esas declaraciones.
Por su parte, el jefe de equipo Red Bull, Christian Horner, consideró que había sido una carrera muy extraña, en la que la ventaja de rendimiento varió notablemente. El directivo británico ya ve a Mercedes en la batalla y cree que las victorias van a estar muy disputadas en las 12 últimas carreras del año.
“Ha sido muy extraño. Creo que en un momento, McLaren parecía el auto más rápido, luego era el Mercedes. Estos neumáticos son tan sensibles que en cualquier minuto puedes tener el monoplaza más rápido y al minuto siguiente, estás en la nada. Podemos ver que Mercedes se ha metido en la lucha, va a estar muy apretado durante el resto del año. Felicidades a Lewis, tres años después, gana una gran carrera en Silverstone”, dijo Horner para cerrar.
Lo que viene
La Fórmula viaja ahora a Hungría, donde el próximo domingo pilotos y escuderías desafiarán el lento circuito Hungaroring.
Ubicado a 20 kilómetros al noreste de Budapest, el Hungaroring es el primer circuito detrás de la antigua “Cortina de Hierro” en haber albergado un Gran Premio en 1986.
Se puede llamar “carrusel”, ya que tiene solo una línea recta real que se alargó en 2003 para permitir los pocos adelantamientos que permite.
En efecto, Los adelantamientos son raros en este circuito, pero una notable excepción la produjo el británico Nigel Mansell en 1989 al partir de la posición 12 y adelantar auto a auto hasta tomar la delantera, aprovechando que Ayrton Senna se atascó detrás de un rezagado.
El año pasado ganó Max Verstappen a bordo de su Red Bull, tras pasar en la primera vuelta a Lewis Hamilton (Mercedes) quien había obtenido la pole position. Lando Norris y Sergio “Checho” Pérez, acompañaron a Verstappen en el podio.