Si algo caracteriza a Romero es la capacidad de comunicación con sus dirigidos | Foto: José Ramón González

José Ángel Rodríguez / Alexander Mendoza | Prensa LVBP

 

Valencia.- Fue un día frío en Valencia, pero en horas vespertinas la temperatura subió algunos grados sobre el Estadio José Bernardo Pérez. Wilfredo Romero estaba de regreso en el feudo carabobeño para dirigir en la LVBP, aunque esta vez con el equipo del otro lado de la Autopista Regional del Centro, los Tigres de Aragua.

El reciente mánager campeón con Navegantes del Magallanes fue llamado por el club bengalí para ocupar la vacante de Jackson Melián, tras un estrepitoso inicio de campaña de 0-7 (que se alargó a 0-8 antes del primer triunfo de la zafra).

“Es un reto y también un privilegio poder estar acá con Tigres, a pesar de lo que diga el papel. Sé que hay muchas cosas en contra, pero no hay nada que temer”, le dijo el estratega a LVBP.com, luego de finalizar la práctica previa al inicio del careo el viernes. “Los muchachos han tenido una manera de ver esto como un desafío para ellos mismos, con compromiso, me lo han dejado saber en estos dos días con conversaciones que hemos sostenido”.

Romero llegó acompañado de su habitual mano derecha Russell Vásquez, como coach de banca, y también por los instructores Orber Moreno (pitcheo) y Eduardo “Charallave” Ríos (bateo), como una medida de la gerencia aragüeña para cambiar el curso.

“(La sensación de tomar al equipo en esta situación) depende de la actitud con que se vea. Si lo ves preguntándote ‘¿qué tengo que hacer allí?’ será difícil, pero si lo ves como un reto personal, como algo que ha significado todo en tu vida, yo creo que es interesante”, admitió el piloto. “Solo necesité 10 minutos de conversación con (Óscar) “Manacho” Henríquez (gerente deportivo) y Víctor Zambrano (presidente). 10 minutos para hablar con mi familia, con mi esposa y dije ‘sí voy’”.

El maracayero fue designado Mánager del Año la temporada anterior, tras guiar a la Carabela hacia la postemporada con récord de 32-17, el mejor de la ronda regular. Y también recibió el galardón en la Liga Mexicana de Beisbol con Leones de Yucatán (2015 y 2016) y en la Liga ARCO Mexicana del Pacífico con Mayos de Navojoa (2017), antes de ser despedido por el alto mando de Yaquis de Ciudad Obregón la semana pasada, tras compilar registro de 5-14 en la zafra 2022-2023.

En la ciudad jardín se reencontró con Wilson Ramos, receptor prominente con 11 zafras de experiencia en Grandes Ligas, par de convocatorias al Juego de Estrellas y ganador del Bate de Plata.

“Jugamos juntos años atrás, la química es bastante buena, hemos hablado un par de veces y estamos en la misma página”, comentó por su parte el careta Ramos. “Nos tenemos mucha confianza y le voy a demostrar que puedo ayudar al equipo detrás del plato”.

Ramos fue el cátcher titular en el primer triunfo felino en el certamen, el miércoles en el Estadio José Pérez Colmenares de Maracay, precisamente frente a la escuadra bucanera, en un blanqueo 3-0.

Hasta antes de ese compromiso, el pitcheo de Aragua había otorgado 41 boletos, más que ningún otro equipo en el campeonato, pero bajo la dirección de Ramos, quien actuaba por primera vez detrás del home plate en la LVBP desde la 2014-2015, el cuerpo de lanzadores no caminó a ningún contrario.

“Estamos hablando de alguien con experiencia, que se puede conectar muy bien con los lanzadores. Wilson va a marcar una diferencia”, auguró Romero sobre el valenciano, con quien compartió en pasajes de tres temporadas entre la 2006-2007 y 2008-2009 en la divisa aragüeña. “El hecho de que yo me siente acá con él para hablar de la disposición que tiene, es tremendo. Mostró un gran aprecio y respeto por el equipo y por mí. Eso es importante. Es alguien que, sin tener la necesidad, está aquí con un plan”.

Si algo caracteriza a Romero es la capacidad de comunicación con sus dirigidos, fue visible en su experiencia anterior en el circuito con los turcos y lo ha sido en sus travesías aztecas.

“Dije que solo tendría un meeting con todo el equipo y ya lo tuve, el próximo será cuando entremos al Round Robin”, aseguró el ex jardinero, uno de solo 27 peloteros con 20 temporadas o más de trayectoria en la LVBP. “He tenido reuniones personales con cada uno de ellos, faltan algunos, este es mi segundo día apenas. Y ese es el trabajo:  conversar, hablar, buscar”.

¿Qué sintió al pisar el recinto de La Michelena por primera vez, después de su salida del navío? Luego de confundirse en un abrazo con Alberto “Tico” González en su primer contacto con el terreno, lo respondió.

“Trabajo es trabajo. Tengo mi conciencia limpia, saludé a muchos de ellos, creo que es importante mantener tu personalidad, sin importar el qué, puedo verlos tranquilo a la cara, saludarlos, no pasa nada. Ellos están en su lugar y yo en el mío y estoy contento por eso”, dijo, y el clima volvió a enfriarse.