Balbino Fuenmayor fue tomado por los escualos en la segunda ronda del Draft de Sustituciones y Adiciones | Foto: Alejandro van Schermbeek
Rayner Rico | Prensa LVBP
Caracas.- El año 2023 comenzó de manera extraña para Balbino Fuenmayor. Por primera vez en su carrera como profesional le tocó vivir un escenario totalmente atípico en el mes de enero, después de aparecer en un estadio de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional con un uniforme distinto al utilizado durante sus 12 temporadas, el de Caribes de Anzoátegui.
“Si se siente un poco raro”, dijo Balbineitor tras cumplir su segunda practica oficial ataviado de la indumentaria de entrenamiento de Tiburones de La Guaira, por ahora su nuevo equipo, al menos para el presente Round Robin.
El slugger fue tomado por los escualos en la segunda ronda del Draft de Sustituciones y Adiciones, considerado como una eventual solución a los problemas de remolque que confrontó el equipo, sobre todo en la parte final de la ronda regular. La tarea no le resulta un problema mayor a Fuenmayor, considerando que ha sido esa precisamente el papel que ha venido cumpliendo con los anzoatiguenses.
“Ya hablé con Henry (Blanco), me dijo que me va a mantener allí en la parte del medio del lineup, para tratar de conseguir corredores en posición y yo poder hacer mi trabajo de aportar y empujar carreras para el equipo”, explicó el robusto toletero de 33 años de edad.
Sobre los hombros de Balbino Fuenmayor, así como también de Ángel Reyes, el otro refuerzo que tomó La Guaira, recae una gran responsabilidad: ayudar a una escuadra a conseguir un título después de 36 campañas de sequía. Una asignación nada fácil, aunque Fuenmayor considera que está facultado como para hacerlo, porque en el pasado le tocó enfrentar una situación muy parecida.
“Ese tipo de retos me motivan. Yo cuando llegué a Caribes, nosotros no teníamos ningún título. Y después pudimos vivir buenos años. Yo pienso que sería bien bonito lograr aquí un campeonato, ya que tienen muchos años sin que la fanaticada viva esos momentos. Voy a dar el todo en el terreno, a aportar y a disfrutar que es también importante”, exclamó, quien con 11 jonrones terminó colíder del departamento en la primera fase de torneo, igualado junto con José Rondón y Oswaldo Arcia.
Cuando el carabobeño se unió en la temporada 2009-2010 a la escuadra oriental, no había podido celebrar campeonato alguno. Desde entonces ya cuenta con hasta seis finales en su haber, en las que se coronaron en cuatro ocasiones y en tres de ellas intervino de manera protagónica.
UNA SELECCIÓN VALIOSA
La escogencia de Balbino Fuenmayor en la segunda vuelta del Draft generó reacciones de todo tipo entre la fanaticada guairista e incluso dio lugar a distintos análisis en los círculos de la prensa especializada.
Conseguirle un cupo a un bateador de sus características dentro de la ofensiva guairista, tomando como punto de partida el rendimiento de los componentes de la “parte gruesa” del lineup, como Danry Vásquez, el dominicano Carlos Castro e incluso Wilson García no era tan sencillo. No obstante, los últimos acontecimientos y la imposibilidad de poder conseguir un brazo suficientemente convincente entre los que quedaron disponibles en el sorteo, llevaron al cuerpo técnico litoralense brindarle una oportunidad al paleador más prolífero del circuito en los últimos dos certámenes.
Después de experimentar un bajón en su carrera, Fuenmayor lo superó y entre las zafras 2021-2022 y la presente acumuló 22 batazos de vuelta entera y 85 rayitas empujadas. Nadie más tiene números similares o superiores. Por lo que dejar sin jugar en enero a un pelotero con dicho rendimiento pudo haber sido un pecado capital que La Guaira no quiso cometer.
“El 31 de diciembre estaba en mi casa temprano, ligando que algún equipo me tomara. Sin dudas el beisbol es el mejor pasatiempo del venezolano. Le doy la gracias a la gerencia y al staff por haberme tomado en cuenta para estar aquí en el Round Robin, en esta ocasión con unos Tiburones de La Guaira que han sido un gran equipo. Que lo ha hecho muy bien en la temporada. Conozco a muchos de los que están aquí, tienen un gran grupo, se vive un buen ambiente. Lo que vengo es a seguir sumando a eso para buscar victorias”, expresó Fuenmayor.
Sus acciones fueron cónsonas con su discurso al menos después de su primer juego formal como un escualo, cuando en su turno inicial como cuarto bate del club, pegó indiscutible hacia el jardín izquierdo y fue el autor material de la rayita de la quiniela, cuando se engomó tras elevado de sacrificio de Rafael Marchan.
