No ha faltado talento liderando el camino, ya sea el venezolano William Contreras o los dominicanos Willy Adames y Freddy Peralta, pero la noticia más positiva para el club ha sido la campaña de Jackson Chourio.
Clasificado como el prospecto número 2 de MLB Pipeline al comenzar la temporada, el venezolano de 20 años firmó un contrato récord en la última temporada muerta y llegó al Día Inaugural como un jardinero de todos los días para Milwaukee. Después de tener dificultades en sus primeros 50 juegos, Chourio ha explotado en los últimos tres meses, cubriendo el vacío dejado por Christian Yelich y la lesión que lo dejó fuera el resto de la temporada.
Chourio batea .273/.328/.463 con un wRC+ de 120 y un fWAR de 3.3 en 129 partdos, todo mientras juega una excelente defensa en los jardines. También ha sido una verdadera amenaza de poder y velocidad, con 19 jonrones y 20 bases robadas. Con su próximo vuelacercas, Chourio se unirá a Mike Trout (2012) y Vada Pinson (1959) como los únicos jugadores de 20 años o menos en alcanzar la marca de 20 cuadrangulares y 20 estafadas en una temporada.
Ser un jugador de 20 años en las Grandes Ligas ya es impresionante; Chourio es el primer jugador tan joven en disputar 125 juegos o más en una campaña desde el dominicano Juan Soto en el 2019 y el primero en los Cerveceros desde Robin Yount en 1976. Pero es aun más impresionante desempeñarse como uno de los mejores jugadores del béisbol. Entonces, echemos un vistazo a cómo Chourio convirtió su año de novato de decepcionante a histórico.
Un giro dramático
No todo fue fácil para Chourio al inicio de su carrera en las Mayores. En sus primeros 50 encuentros, hasta finales de mayo, Chourio bateaba .210/.254/.327 con cinco bambinazos, mientras se ponchaba en el 27% de sus visitas al plato. Su OPS de .587 estaba empatado como el 19no peor entre los bateadores con al menos 150 visitas al plato. Si bien era impresionante que Chourio ya estuviera en la Gran Carpa a su edad, era quizás razonable pensar que le tomaría algo de tiempo desarrollarse por completo.
Nada de eso. Desde el 1ro de junio, Chourio batea.308/.368/.538 con 14 cuadrangulares y 13 bases robadas. Su OPS de .905 es el undécimo mejor entre los bateadores calificados en ese período, colocándose junto con jugadores como Freddie Freeman, el dominicano Rafael Devers y el también candidato a Novato del Año de la Liga Nacional, Jackson Merrill. Chourio ha acumulado un fWAR de 3.5 en ese lapso, empatada como la 12da mejor marca en las Grandes Ligas.
Las mejorías de Chourio son aun más impresionantes al considerar los claros cambios que ha hecho en la calidad y la cantidad de su contacto.
Chourio hasta el 31 de mayo vs. desde el 1ro de junio
– Tasa de batazos duros: 41.9% vs. 47.6%
– Velocidad de salida promedio: 87.0 mph vs. 90.3 mph
– Tasa de swings a pitcheos fuera de la zona: 36.4% vs. 30.3%
– Tasa de swings en blanco: 30.1% vs. 23.9%
– wOBA esperado: .277 vs. .374
Ser capaz de hacer significativamente más contacto y mejor contacto al mismo tiempo es un logro impresionante, especialmente para un jugador tan joven y con tan poca experiencia. Y todo empezó con un enfoque más refinado en el plato.
“Lo que lo ha mantenido en las Grandes Ligas es entender mejor la zona de strike”, le comentó recientemente el mánager de Milwaukee, Pat Murphy, al reportero de los Cerveceros de MLB.com, Adam McCalvy. “Está en pleno desarrollo, pero su nivel de talento fue lo suficientemente bueno como para mantenerlo en las Grandes Ligas este año y en este equipo en particular”.
El nuevo Chourio
Hasta finales de mayo, Chourio casi había tenido cinco veces más ponches (47) que bases por bolas (10). Desde que el calendario pasó a junio, Chourio se ha ponchado sólo 54 veces, en comparación con sus 25 boletos. Dado que Chourio ha reducido su tasa de ponches al 16.6% de sus visitas al plato desde junio, en comparación con el 27.0% que tenía hasta mayo, esto le ha permitido causar más daño cuando pone la pelota en juego.
La tasa de macetazos y el ángulo de despegue promedio de Chourio se han mantenido prácticamente igual en ambos períodos, pero se nota la diferencia en su tasa de batazos duros (pelotas bateadas con velocidades de salida de más de 95 millas por hora) y la velocidad de salida promedio (aumentando 3.3 mph). Con una estatura de seis pies y 198 libras, Chourio tiene mucho más poder de lo que se podría esperar.
Ese poder estuvo a plena vista el 27 de agosto, cuando Chourio conectó un jonrón de 449 pies que impactó la pizarra en el American Family Field de Milwaukee. Fue el cuadrangular más largo en la joven carrera de Chourio y el más largo para cualquier bateador de los Cerveceros esta temporada. Desde que Statcast comenzó a rastrear los batazos en el 2015, los únicos jugadores que han disparado un vuelacercas tan largo antes de cumplir los 21 años son el puertorriqueño Carlos Correa, el dominicano Fernando Tatis Jr., el venezolano Ronald Acuña Jr. y el dominicano Vladimir Guerrero Jr.
El progreso de Chourio hacia convertirse en una estrella y sus mejorías desde junio se vieron quizás mejor resumidas durante su actuación del 2 de septiembre. Chourio recibió bases por bolas en cada una de sus primeras tres oportunidades, estableciendo un tope personal y marcando la cuarta vez que registró múltiples boletos en un desafío.
En su siguiente turno, Chourio conectó un cuadrangular con bases llenas, su segundo grand slam de la campaña. Se convirtió en el primer jugador de 20 años o menos en recibir pasaportes y dar un jonrón con la casa llena en un mismo partido desde Andruw Jones en 1997.
¿Ha nacido una estrella?
¿Podría esta versión de Chourio — la que hemos visto desde junio — ser su nuevo nivel base? No es descabellado pensarlo, considerando su estatus anterior como prospecto y el hecho de que está produciendo de esta manera sostenida a los 20 años.
Si extrapolamos la producción del toletero derecho en 77 juegos desde junio a una temporada completa de 162 duelos, el joven estaría en ritmo para dar 29 bambinazos, robarse 27 bases y acumular un WAR de 7.4. Ese tipo de año lo colocaría de inmediato en la conversación de los mejores jugadores de MLB.
Para poner ese tipo de campaña en perspectiva, apenas 12 jugadores han alcanzado la marca de 30-30 y WAR de 7.0 o más en un solo año en el siglo XXI: Acuña Jr. (2023), Mookie Betts (2018), el quisqueyano José Ramírez (2018), Mike Trout (2012), Ian Kinsler (2011), Matt Kemp (2011), Ryan Braun (2011), Jacoby Ellsbury (2011), David Wright (2007), el dominicano Hanley Ramírez (2008), Grady Sizemore (2008) y el dominicano Vladimir Guerrero padre (2002). Probablemente se unan a esa lista Shohei Ohtani y Bobby Witt Jr. en el 2024.
Pero incluso considerando su lento inicio, la primera temporada de Chourio en las Grandes Ligas lo coloca en muy buen camino. Tiene una buena probabilidad de terminar con al menos 20 vuelacercas, OPS+ de 110 y un WAR de 3.0. Sólo seis otros novatos en la historia de MLB han alcanzado esos umbrales en una campaña a los 20 años o menos. Cuatro están en el Salón de la Fama (Ted Williams, Willie Mays, Frank Robinson y el puertorriqueño Orlando “Peruchín” Cepeda), y dos parecen estar seguros para entrar algún día (Trout y Bryce Harper).
Aunque Chourio tardó un poco en arrancar, estamos viendo por qué fue una promesa tan destacada durante tanto tiempo y por qué los Cerveceros lo recompensaron con su extensión antes de la temporada. Ahora mismo, Chourio es el jugador más emocionante de ver en un equipo de Milwaukee que parece estar listo para hacer ruido en la postemporada del 2024.
Brent Maguire es reportero de MLB.com.