Rayner Rico | Prensa LVBP
Caracas.- La profundidad del roster con el que viajó Vaqueros de Montería a Venezuela para disputar la Serie del Caribe Gran Caracas 2023 era tal, que en su llegada hubo jugadores que de cierta manera pasaron inadvertidos, aunque al final fueron los que terminaron causando impacto, como sucedió con Jesús Marriaga.
El cartagenero ya no es ninguna joya del beisbol como la mayoría de las que habitan dentro del clubhouse neogranadino. Aunque goza de juventud suficiente para todavía ser considerado como un proyecto a mediano plazo, sobre todo después de lo exhibido durante sus dos últimos años en la liga local, así como con los destellos que dejó en su paso por el Clásico de Febrero.
“Yo creo que todo se debe a la madurez. El juego te va enseñando los tipos de ajustes que tienes qué hacer para seguir mejorando y continuar jugando a este nivel o a uno más alto”, declaró tajante el patrullero central de los monterianos.
Marriaga es uno de los refuerzos que añadió Vaqueros a su nómina para la justa regional. Una decisión más que acertada, considerando que el toletero de 24 años de edad fue de los mejores paleadores del circuito neogranadino al terminar con el segundo mayor average, con .357 superado solo por el .359 de su ahora compañero Jordan Díaz. Terminó también entre los hiteadores más prolíferos con 55 y en empujadas con 37.
Dicho rendimiento lo trasladó hasta territorio venezolano y en el certamen fue uno de los puntales para que Vaqueros se metiera entre los cuatro mejores equipos, después de que bateó para .321 de promedio ofensivo, con un par de dobles, cinco empujadas, cuatro anotada y una base robada. Todo esto sin contar que en los bosques mostró solvencia defensiva y se esforzó al máximo en cada jugada, incluso cuando fallaba.
“Para eso me trajeron. Yo estaba jugando con el equipo adversario allá en la final y creo que lo que vieron les gustó. Aunque esto es parte de mi trabajo. Cada vez que me pongan allí (en el lineup), voy a tratar de poner mi grano de arena y de contagiar a los demás jóvenes de lo que es jugar fuerte, aparte de tener talento. No solo estoy aquí para aportar a la ofensiva, sino también a la defensiva que siempre ha sido uno de mis fuertes”, esgrimió el jardinero al que se le vio varios engarces de feria en las praderas tanto del Estadio Monumental de Caracas Simón Bolívar, como del Jorge Luis García Carneiro de La Guaira.
La carrera profesional de Jesús Marriaga ha tenido una importante evolución, tanto, como la propia pelota colombiana, que actualmente está tomando un auge importante dentro de la región latinoamericana, hasta el punto que ya son varias figuras las que se hacen notar en los escenarios internacionales de mayor exposición y el nacido en Cartagena tiene la una causa comprobada.
“Hemos evolucionado ofensivamente. Cada vez hay más personas preparándose para ayudar a Colombia. También ha sido por las puertas que nos han abierto los distintos grandeligas, gracias a ellos ya no nos miran por encima del hombro. Nos ven como un rival fuerte. Solo nos queda seguir jugando buen beisbol en distintas fronteras”, explicó un Marriaga, que además de ver acción en su país natal, ha trabajado durante los dos últimos veranos en el circuito independiente estadounidense denominado American Association, aunque anhela volver al sistema organizado de MLB, donde se ha mantenido ausente desde 2019, cuando fue dejado en libertad por la organización de los Cascabeles de Arizona.
El progreso del juego de Marriaga ha sido de tanto impacto en Colombia, que su nombre fue incluido en el roster del combinado para el Clásico Mundial de Beisbol 2023, lo cual significó la consecución de una primera meta personal en el año.
“Es uno de mis sueños. Representar a mi país, en el más alto nivel después de que lo hice varias veces en categorías menores. Para mí o cualquier pelotero que está activo representa un logro muy grande estar allí con todos esos grandeligas. Es similar como el mundial de fútbol, en el que todo el mundo quiere jugar para su país”, dijo el jardinero, que reconoció tener dos ofertas importantes sobre la mesa para cambiar de rumbos, aunque no tomará una decisión hasta que finalice su participación en el certamen universal que para su delegación inicia el 11 de marzo en Phoenix, Arizona, como integrantes del Grupo C, en el que aparecen junto con Estados Unidos, México, Canadá y Gran Bretaña.