José Luis López | Prensa LVBP
Caracas.- José Azócar, jardinero que pasó la mayor parte de 2022 como parte de la banca de Padres de San Diego, ha mostrado el talento que posee desde el primer momento que saltó al terreno como miembro de Caribes de Anzoátegui.
En ese momento, desplazó a Herlis Rodríguez -excelso fildeador- hacia los jardines de esquina para apoderarse de la pradera central, donde da cátedra de fildeo en cada juego.
Si alguna vez los parciales de Caribes extrañaron a Gorkys Hernández, seguramente que este año ya ese grupo -de existir- está reducido al mínimo.
Y al bate, el joven, quien también pertenece a los criollos que debutaron en las Mayores antes de hacerlo en la LVBP, se ha insinuado como un productivo primer bate. Al momento, suma nueve juegos en fila en los cuales ha llegado -al menos – una vez a salvo a las bases.
Azócar debutó en la pelota local con la Tribu. Pero antes de ello, tuvo tres posibilidades de hacerlo con diferente uniforme. Fue firmado por Navegantes del Magallanes, que lo envió a Águilas del Zulia, que finalmente lo transfirió a Tiburones de La Guaira. Desde allí despegó hacia las tierras de Anzoátegui. Un caso bien extraño, en verdad. Es posible que Magallanes y Zulia, debieron sorprenderse al verlo llegar a las Mayores. La Guaira, al enviarlo a Caribes, ya tenía esa información y necesitaba una buena carnada para hacerse del polifuncional Oswaldo Cabrera.
Hace dos semanas debutó con la tropa oriental. Lo hizo en Maracay y debió esperar tres juegos para conectar su primer hit en la LVBP. Un sencillo al jardín central ante Alexis Tapia, relevista de las Águilas del Zulia. Tan pronto llegó a la inicial del Estadio Luis Aparicio “El Grande” de Maracaibo, empezó a gesticular y a soltar gritos: “Mi pelota, mi pelota, por favor”. En verdad disfrutó ese primer imparable en nuestros campeonatos, hecho acontecido la noche del jueves 24 de noviembre.
Después de ese hit inicial y con bastante presión fuera del cuerpo, al día siguiente despachó tres inatrapables. Y el domingo 27 en Barquisimeto, alcanzó su primer juego con dos remolcadas. Poco a poco, Azócar comenzaba a demostrar de lo que es capaz en el terreno.
“Deseaba jugar en mi país. Y en consecuencia soñaba con mi primer hit en Venezuela. Cuando llegó el momento, estallé en euforia”, confesó el jardinero al circuito radial de su equipo.
El martes 29, supo lo que era ligar un incogible con el uniforme de home club de los aborígenes. Lo consiguió ante el pitcheo del Magallanes, el equipo que le firmó para la pelota rentada.
“Llegué al país y casi que ni pasé por mi casa. Quería uniformarme y empezar a jugar. Por cierto, estas son cosas que debo corregir, porque me han recomendado ser más paciente. Debo mostrar más paciencia para sacar mayor provecho a mis facultades”, expresó el nacido el 11 de mayo de 1996 en Güiria, Sucre.
“Me encanta el ambiente de la LVBP. Los muchachos se entregan por completo en el terreno y los fanáticos te estimulan desde las tribunas. Por ellos, hay que entregarse totalmente en cada juego. Porque esta liga es adrenalina pura”, afirmó exultante para terminar la entrevista.
En sus primeros 12 juegos con Caribes, el sucrense acumula 51 apariciones al plato para mostrar relación ofensiva de 43-9 con siete anotadas, tres dobles, seis remolcadas, cuatro boletos, ocho ponches y línea de bateo de .209 /.314 /.279 para OPS de .593 puntos. Ha alcanzado 12 bases y ha fracasado en su único intento de robo.