Andrés Espinoza Anchieta | Prensa LVBP
Caracas.- La ilusión de Teodoro Martínez tuvo corta duración en la pasada pretemporada de los Leones. El Caracas le extendió una invitación a sus entrenamientos al guaireño, y aunque desde un principio se veía como cuesta arriba la posibilidad de que pudiera hacer el equipo, el patrullero no pudo evitar llenarse de esperanzas al verse uniformado con los colores del equipo más ganador en la historia de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional.
Por eso, cuando llegó la noticia de que no había cupo para él en el roster de la jornada inaugural, Martínez atravesó por un arduo proceso que, para ese entonces y sin saberlo, estaba apenas comenzando.
Tras abandonar la trinchera melenuda, el teléfono de “Teo” no volvió a sonar con alguna otra oportunidad para ver acción en la temporada 2023-2024. Los días se transformaron en semanas y las semanas en meses. A mediados de diciembre, el veterano se encontraba en su casa y por primera vez en mucho tiempo, sin tanto que hacer.
“Fueron momentos difíciles, no lo voy a negar”, reconoció. “Es duro mantenerse en forma porque todas las academias ya tienen su plan y uno llega como un invasor. Por fortuna tengo a buenas personas en La Guaira que me ayudaron. No podía ir todos los días, porque uno bota pelotas y todas esas cosas. Pero me dieron la oportunidad de mantenerme y gracias a Dios allá tenemos playas para entrenar. Solo hubo el parón por las fiestas navideñas, pero dejé todo en manos de Dios. Tuve una buena pretemporada, a pesar de que no pude hacer el equipo porque ellos tenían prioridad con sus peloteros”, añadió.
Pero los inconvenientes de Martínez iban mucho más allá de cómo mantenerse en forma, en caso de que alguna oportunidad se presentara. Luego de más de una década con sueldo garantizado en diciembre gracias a su carrera como pelotero profesional, las cosas fueron distintas en esta oportunidad.
“Este es el sustento de mi familia y el mío. Si no trabajo, no como”, aseguró el toletero. “Tengo una gran familia y me ayudaron. Pero fue difícil, porque también tengo a una niña que cumplió años el 13 de diciembre. Piensas en el regalo del Niño Jesús, en lo que significa diciembre. Es duro para el venezolano. No pude dormir, tenía problemas de ansiedad”.
Y la mentalidad competitiva, en la que muchas veces un pelotero puede encontrar refugio a sus problemas extra deportivos, también abandonó a Martínez en la lucha.
“Son casi 13 años jugando corrido en diciembre, con otra mentalidad, pensando en que había que ganar un juego o dos para avanzar y esas cosas. No tener eso me pegó durísimo. Pero me mantuve fuerte. Mi familia es beisbolera y sabe que esto es un negocio. Estoy agradecido con Dios por todo lo que me hizo pasar y más bien me hizo más fuerte», continuó.
Sin embargo, cuando el destino parecía haber dictado sentencia en su caso y que no participaría en lo absoluto en la campaña 2023-2024 de la LVBP, una ventana se abrió de la nada. En plena reunión con sus familiares y amigos, Martínez recibió un mensaje del mánager del Caracas, José Alguacil, que terminó cambiando sus planes de año nuevo.
“Estaba casi de vacaciones con mi familia. Íbamos a comenzar a jugar dominó, cuando el señor Alguacil me empezó a escribir”, recordó el guardabosque. “Me pareció raro, pero pensé que me iba a dar el feliz año. Luego la conversación se fue tornando de otra manera. Me preguntó cómo estaban las piernas, si había practicado y cómo me sentía. En eso se cayó la llamada y lo llamé de vuelta. Me dijo que necesitaba a un hombre que saliera en el octavo o noveno inning como corredor emergente y en las palabras de Luis Sojo, dije: ‘Yo mismo soy’.
De la nada, Martínez se encontró de regreso en el mismo Estadio Monumental Simón Bolívar en el que se había llenado de ilusiones meses atrás en la pretemporada; no obstante, en esta ocasión, no había necesidad de batallar por un cupo en el roster. Lo tenía en sus manos y en la etapa más importante de todas, el Round Robin.
“No lo esperaba en lo absoluto. Puedo decir que mañana me llaman los Yanquis y me dan 20 millones de dólares y era algo que veía más real que esto. Cuando salí de aquí dije que este era un equipo muy bueno. Es una familia allá adentro y el trato que ofrecen es A1”, señaló el hijo de Carlos “Café” Martínez. “Es una organización tremenda. He estado en varias y esta está en el tope. Me gusta el tipo de fanático que tiene, aguerrido, Me fui triste cuando no pude hacer el equipo, pero mira en qué momento volví», agregó.
Ahora, la oportunidad está frente a él una vez más. No solo de mantenerse activo y generar un sueldo para su familia, sino también de conseguir su segundo anillo de campeón en Venezuela. Indudablemente, un giro de 180 grados en cuestión de días para quien vivió un calvario en tiempos navideños.
“Dios tiene sus planes y hace las cosas como sabe. Si me puso aquí fue por algo. Si me trajo para acá fue por algo y qué mejor manera de ganarme mi segundo anillo en la LVBP que con este gran equipo”, indicó. “Ojalá sea aquí, ojalá sea este año y conmigo presente. Esta fanaticada se merece ese título, y no solo este, sino 10 más por la consistencia que tienen”, concluyó.
EL DATO
Teodoro Martínez, que jugó este pasado verano en la Liga Mayor de Beisbol Profesional con los Caciques de Distrito, disputó la contienda anterior de la LVBP con los Tigres de Aragua, aunque apenas vio acción en 13 desafíos de la ronda regular y dejó una línea ofensiva de .138/.286/.138, con cuatro hits e igual número de fletadas. Hasta antes de la jornada de este viernes, el guaireño había disputado cinco duelos con el Caracas en el vigente todos contra todos, pero tan solo había consumido un turno oficial, que terminó en ponche.