Cabrera se dio a la tarea de escribir páginas y más páginas de gloriosas jornadas | Foto: Alejandro van Schermbeek

Miguel Cabrera dejó un legado que con seguridad lo llevará al Salón de La Fama

 

Especial Antonio Castillo

 

Caracas.- Ya en el año 2003, Miguel Cabrera era centro de atención en Miami, donde la comunidad cubana hacía comparaciones con peloteros de antaño y especulaba sobre la proyección del joven artillero maracayero de apenas 20 años.

¿Ustedes son venezolanos? Nos lanzó a la cara un personaje vestido de impecable blanco, de bigote y sombrero, con un habano en la mano derecha. Tras la respuesta afirmativa de entonces, continuó: “ustedes tienen un muchacho que será el mejor pelotero venezolano de la historia…”.

Y la verdad es que precisamente la historia le dio la razón a este habitual comensal del icónico restaurant de ‘cuban cousine’, La Carreta, quien refiriéndose al entonces imberbe Miguel Cabrera, hizo un vaticinio de esos que no dejan lugar a dudas.

Historia viva
Desde ese lejano 2003, Cabrera se dio a la tarea de escribir páginas y más páginas de gloriosas jornadas, primero con los Marlins de Florida (hoy de Miami) y desde 2008 con los Tigres de Detroit.

Decenas de entrevistas, encuentros en Miami, visitas obligadas al campo de entrenamientos de los Tigres de Detroit en Lakeland, Florida, iban cargando la historia de este extraordinario atleta con el correr de los años, hasta que, como todo en la vida, el inexorable final se hizo presente.

Desde su primer swing hace 20 años, hasta el complicado roletazo que pudo manejar con solvencia en la inicial el pasado domingo 1° de octubre en el Comerica Park, en Detroit, Miguel Cabrera tuvo una vigencia única en el contexto global del deporte venezolano, vigencia que con toda seguridad lo llevará al Salón de La Fama de Cooperstown. Así las cosas.

Miguel Cabrera estará disponible en 2028 para ingresar al Hall of Fame | Foto: Alejandro van Schermbeek

 

Fueron 21 temporadas en las que conectó 3.174 incogibles, entre ellos 511 jonrones, 627 dobles, empujó 1.881 carreras, anotó 1.551 veces y bateó para promedio de .306, cifras realmente excepcionales que pocos, muy pocos jugadores alcanzaron en los 160 años de vida que tienen las Grandes Ligas.

Para que se den una idea de lo que significa Cabrera para el beisbol, es obligatorio aclarar que se encuentra en la elitesca lista de apenas tres peloteros que lograron combinar 3.000 inatrapables, promedio de bateo mayor a .300 y 500 jonrones. ¿Los otros dos? pues nada menos que las leyendas Willie Mays y Hank Aaron, sencillamente palabras mayores.

Asimismo es el segundo latino con más incogibles en la historia, solamente superado por el dominicano Albert Pujols (3.308), y por delante de luminarias como los dominicanos Adrián Beltré (3.166), Alex Rodríguez (3.115), el panameño Rod Carew (3.053), el cubano Rafael Palmeiro (3.020) y el boricua Roberto Clemente (3.000).

Récords y hazañas
No alcanzaría el espacio para detallar las hazañas y marcas que logró Miguel Cabrera en sus 21 temporadas en el Big Show, en las que fue convocado 12 veces al Juego de Estrellas, ganó dos premios al Más Valioso (MVP), siete Bates de Plata y una Serie Mundial (2003), pero sus cuatro coronas de bateo y la consecución de la Triple Corona no pueden ser tomadas a la ligera.

En efecto, el artillero maracayero capturó los títulos de bateo de la Liga Americana en los años 2011 (.344), 2012 (.330), 2013 (.348) y 2015 (.338), mientras que paralelamente se hizo de la Triple Corona en 2012, año en que encabezó a los jonroneros con 44 estacazos de vuelta completa, lideró los empujadores con 139 carreras enviadas al plato y promedió .330 al conectar 205 inatrapables en 622 turnos. Se dice fácil.

Es de hacer notar que la Triple Corona del bateo solo la consiguen superdotados, tal es el caso de Ty Cobb (1909), Roger Hornsby (1922 y 1925), Jimmie Foxx (1933), Lou Gehrig (1934), Josh Gibson (1936 y 1937), Ted Williams (1942 y 1947), Mickey Mantle (1955) y Carl Yastrzemski (1967), quien fue el último en conseguir esta hazaña antes de que Miguel Cabrera, 45 años después, la lograra.

En fin, no se equivocó aquel personaje vestido de blanco, de bigote y sombrero panameño, que en 2003 y a través del humo de su fino habano, nos dijo: “ustedes tienen un muchacho que será el mejor pelotero venezolano de la historia…”. Y así fue.

Miguel Cabrera 3B venezolano en el campo de entrenamiento Detroit Tigers Joker Marchant Stadium 08/03/2012 | Foto: Alejandro van Schermbeek