El slugger criollo Miguel Cabrera recibirá todo tipo de homenajes en las ciudades que visite | Foto: MLB.com

Miguel Cabrera enfrenta con hidalguía la última temporada de su gloriosa carrera

 

Antonio Castillo | Especial AVS Photo Report

Caracas.- Con 40 años a cuestas, el venezolano Miguel Cabrera afronta lo que queda de temporada, la última de su gloriosa carrera que con toda seguridad será inmortalizada en Cooperstown, el templo de los dioses del beisbol.

En esta, su campaña número 21 en las Grandes Ligas, el histórico toletero aragüeño enfrenta una difícil batalla contra el tiempo, un enemigo que hasta ahora nadie ha podido derrotar.

En efecto, desde 2017, con 34 años, Cabrera ha visto descender considerablemente sus números, especialmente los que se refieren a promedio, los cuales no bajaron de los .300 desde 2005, pero que desde el último lustro se han visto mermados precisamente con el peso inexorable de los años y las lesiones.

Su sello particular, los jonrones, también han sufrido un lógico bajón, compilando 61 cuadrangulares en las últimas siete zafras, para promedio de  nueve por temporada.

En 2022, Cabrera tuvo la peor actuación de su carrera, cuando bateó .254 con apenas 15 extrabases (10 dobles y cinco jonrones) en 433 apariciones al plato. Su OPS de .622 no solamente fue el peor de su vida, sino que estuvo casi .300 unidades por debajo del que promedia en su carrera (.907).

Muy pocos peloteros se han despedido con temporadas positivas, y en este sentido hay que mencionar al panameño Mariano Rivera, al dominicano David Ortiz, al antesalista Chipper Jones y, más reciente, al también quisqueyano Albert Pujols.

Rivera, taponero de los Yanquis de Nueva York, se despidió en la temporada de 2013 con récord de 6-2 y  2.11 de efectividad en 64.0 innings; mientras que Ortiz, bateador designado de los Medias Rojas de Boston, dijo adiós en 2016 con una campaña en la que bateó para promedio de .315, con 48 dobles, 38 jonrones y 115 carreras empujadas.

A su vez, Chipper Jones, antesalista de los Bravos de Atlanta, se retiró en 2012 bateando para .287, con 37 extrabases y un OPS de .832. Por su parte,  Albert Pujols, inicialista y designado de los Cardenales de San Luis, finalizó su carrera de 22 temporadas el año pasado, bateando para .270 con 24 jonrones.

Pero estos casos fueron la excepción, porque hasta el mítico Derek Jeter, capitán e inamovible shortstop de los Yanquis de Nueva York, se las vio negras en su último año (2014), en el que apenas pudo batear para .256 (de 581-149), en 145 partidos. Así las cosas.

Récords tras récords
Lo cierto es que Miguel Cabrera, independientemente de lo que haga en 2023, se ha ganado a pulso su segura inclusión en el Hall de la Fama de las Grandes Ligas con temporadas gloriosas como la de 2012 en la que logró la ansiada Triple Corona (.330 de promedio, 44 jonrones y 139 empujadas).

El venezolano, que es apenas el tercer pelotero en la historia de 150 años de las Grandes Ligas con 3.000 hits, 600 dobles y 500 jonrones (al lado de Hank Aaron y Albert Pujols), ha entrado en una etapa en la que cada sencillo, doble, jonrón o empujada significa una marca, y eso lo reconocen los aficionados, que en cada estadio le rinden homenajes.

La fanaticada del Oriole Park at Camden Yard será la próxima que reconocerá los logros del venezolano la próxima semana, antes de que los Tigres visiten a los Mets de Nueva York en el Citi Field de Queens.

Mientras, en esa dinámica de partidos, en el marco del tour de despedida, Cabrera seguirá afianzando su leyenda. Por lo pronto ya desplazó a Ichiro Suzuki del puesto número 24 en la lista histórica de hiteadores y se acerca tanto a Dave Winfield (N° 23), como a Alex Rodríguez (N° 22), quienes lograron conectar 3.110 y 3.115 hits, respectivamente.

Sus extrabases están por el orden de los 1.134 de su carrera, empatando con el inmortal Tris Speaker en el puesto número 16 de todos los tiempos.

Sin dudas que la última batalla de Miguel Cabrera será dura, pero la satisfacción del triunfo final será recompensada con una placa dorada en Cooperstown.