Antonio Castillo
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Gleyber es de los favoritos de los Yanquis en Tampa
Los campos de entrenamientos de las Grandes Ligas se abrieron entre sueños, ilusiones, expectativas y opciones reales de novatos que buscan hacer el grado, figuras establecidas que tratan de mantener su status y estrellas que, en sus últimos años de carrera, aspiran a rematar con buenos números.
Entre el núcleo de caraquistas en el Spring Training destaca sin dudas Gleyber Torres, quien se reportó temprano a las órdenes de Aaron Boone en el complejo George Steinbrenner de los Yanquis en Tampa.
Gleyber es uno de los peloteros preferidos de la afición tampeña, la cual se vuelca en masa para ver sus batazos.
Es así que en esta época es costumbre ver a los aficionados de los Yanquis cruzar por el puente peatonal la autopista Dale Mabry desde los lados de otro estadio, el Raymond James, hogar de los Bucanneers en la NFL, hasta los predios del George Steinbrenner Field.
Desde que llegó a la organización neoyorquina en 2017, Gleyber ha sido centro de atención en Florida de los fans, quienes atiborraban literalmente los pequeños espacios de los campos de ligas menores (AA y AAA). Todo con la finalidad de ver los desplazamientos y estacazos del caraqueño, quien entonces era mencionado como el digno sucesor de Derek Jeter.
Barajitas, afiches, pelotas o simplemente camisas eran ofrecidas por los fans a Torres luego de finalizar su trabajo, quien con paciencia y con una sonrisa los firmaba.
Hoy la vorágine generada por el venezolano en Tampa ha bajado en intensidad, aunque sigue siendo de los favoritos de los seguidores de los Yanquis.
Lo que no han bajado son los rumores de cambio que lo ubican en los Medias Rojas (por Alex Verdugo), Cachorros (por Ian Happ) y Marlins (por Jorge Soler o Dylan Floro).
En todo caso, Gleyber sigue poniéndose a tono en Tampa, tanto para la temporada de Grandes Ligas como para el Clásico Mundial de Beisbol.
Con los campeones Leones del Caracas inició ese proceso físico al jugar 11 encuentros al final de la temporada regular, en los cuales bateó para .289 (de 45-13) con un doble, un jonrón, un robo y ocho carreras producidas.
Es de hacer notar que cuando se marchó, les dijo a todos en el equipo que regresaría y en este sentido dejó todas sus cosas en el Clubhouse de los melenudos.
“La idea era regresar, pero no me dieron el permiso”, dijo a los periodistas, una vez que el Caracas obtuvo su corona número 21 en la LVBP.
Lo cierto es que Gleyber está tranquilo, después de revivir tras dos temporadas realmente grises. Y es que el caraqueño de 26 años descargó 24 jonrones, impulsó 76 carreras y dejó un decente .340 en porcentaje de embasado (OBP) como camarero titular de los Yanquis en 2022.
“Conozco a todo el mundo aquí, siento que esta es mi casa. Eso es seguro, no me quiero ir. Este año y el que viene, quiero poner números realmente buenos y tratar de pasar toda mi carrera en los Yanquis”, dijo en el George Steinbrenner Field.
¡Caraquistas Forever!