diciembre 10, 2024

José Peraza retornó a los terrenos del país en el certamen anterior y dejó sólidos promedios de .311/.336/.462 en 111 viajes al plato | Foto: Alejandro van Schermbeek

Valencia, Venezuela.- Desde que José Peraza se reportó a la pretemporada de Navegantes del Magallanes para la campaña 2024-2025 de la LVBP acaparó miradas. El infielder ganó algunos kilogramos de masa muscular de un año a otro, que hicieron afilar la vista a más de un escéptico, para comprobar que se trataba del mismo pelotero.

La transformación no fue casual. El oriundo de Barinas se sometió a un plan de acondicionamiento físico y nutrición durante el verano boreal en México, donde actuó de principio a fin con Leones de Yucatán, con la misión de dar un giro de tuerca a los recurrentes problemas con su cuerpo.

“Las lesiones me venían acompañando en los últimos años y necesitaba un cambio”, dijo José Peraza poco antes de comenzar una práctica en el Estadio José Bernardo Pérez de Valencia. “Iba todos los días al gimnasio con un preparador físico que teníamos en el equipo. Me enfoqué más que todo en fortalecer las piernas, pero también agarré peso porque tuve un programa de alimentación”.

El ajuste en su rutina dio resultado. El llanero se mantuvo sano durante los seis meses de contienda en la Liga Mexicana de Beisbol y disputó 79 juegos, su mayor cantidad veraniega desde que en 2019 apareció en 141 encuentros con los Rojos de Cincinnati en las Grandes Ligas, y otros tres en Triple A.

 

“Comí mucha proteína y eliminé casi por completo los carbohidratos”, explicó José Peraza. “Aunque estuviese cansado, tenía que levantarme muy temprano en la mañana para desayunar, y luego seguía durmiendo hasta que iba a las 11:00 am al gimnasio. No podía saltar ninguna comida”.

Peraza dejó promedios de .302/.345/.403 en Yucatán la pasada campaña | Foto: Alejandro van Schermbeek

LA ALQUIMIA DEL BATEO

La metamorfosis física José Peraza ha ido de la mano también con la que ha tenido en el juego. En 2015, llegó a ser considerado por la revista Baseball America como el sexto mejor prospecto de los Bravos de Atlanta, poco antes de ser cambiado y debutar en la Gran Carpa, con los Dodgers de Los Ángeles. Siempre estuvo bien conceptuado por su madero, capaz de hacer contacto con consistencia. Aunque, pasado el tiempo, reconoce que es mucho más complicado de lo que parece.

“El bateo es muy difícil”, reflexionó quien disparó 182 hits en la zafra 2018 de la MLB, ya con Cincinnati, para liderar el departamento entre venezolanos. “Hay días que llegas y te sientes perdido. Pero hay otros que das tres líneas de un solo golpe. La experiencia me ha ayudado con eso. Ya tengo 30 años”.

De la LVBP estuvo ausente un lustro; primero, mientras intentaba consolidarse como grandeliga, y después, mientras buscaba regresar desde las Ligas Menores a la élite, donde no actúa desde 2021, con los Mets de Nueva York.

Retornó a los terrenos del país en el certamen anterior y dejó sólidos promedios de .311/.336/.462 en 111 viajes al plato divididos en 27 careos, antes de que una lesión en el tendón de la corva derecha pusiera fin a su actuación con el Buque.

José Peraza | Foto: Alejandro van Schermbeek

“El año pasado ya había agarrado mucha confianza como bateador aquí en Venezuela, pero llegó la lesión. En las tres temporadas anteriores en Estados Unidos, la verdad no demostré ese buen bate que fui al comienzo de mi carrera”, reconoció Peraza.  “No jugué mucho, y eso me afectaba. Pero cuando sí tienes la oportunidad de hacerlo, sabes que, aunque te vayas de 4-0, vendrás al siguiente juego para mejorar”.

¿Y JOSÉ PERAZA CON EL GUANTE?

Pero, aunque el barinés reconoce la importancia que tiene el físico y el bateo en la pelota, para él hay pocos aspectos más determinantes que la defensa.

“Cuando se defiende, también hay que tener intuición”, afirmó José Peraza. “Debes estar atento cuando vengan envíos rompientes, esté bateando un zurdo, vayan a lanzar un cambio de velocidad, o ese tipo de detalles para estar un paso adelante en cada jugada”.

El coeficiente del hombre que tiene recorrido de siete cursos como ligamayorista, comenzó a formarse desde su firma al profesional como campocorto. Una destreza mental que no disminuyó en su transición a la segunda base, al contrario, le sacó provecho.

“Hay muchos bateadores zurdos que normalmente halan la bola, pero cuando están en dos strikes, quieren darle hacia la banda contraria. De esos detalles, hay que estar pendiente”, explicó José Peraza. “Nosotros tenemos estudiados a todos los bateadores. Sabemos qué suelen hacer en cada situación de juego o conteo, y eso nos hace ganar juegos, porque la defensa es lo más importante para lograrlo”.

Peraza eximió el examen teórico. Y también espera hacerlo en el práctico.

José Peraza tiene un porcentaje de fildeo de .990 al iniciar la quinta semana de la temporada | Foto: Alejandro van Schermbeek