Antonio Castillo
¿Cómo va el juego? es que llegué tarde!
Luego de un inicio prometedor ante las Águilas del Zulia, el Caracas cayó en una preocupante barrena, al punto que cosechó cinco derrotas en sus primeras ocho presentaciones en la temporada actual de la LVBP.
Por supuesto que las alarmas no se han activado porque esto apenas comienza, pero no deja de ser preocupante el hecho que en estos inicios todavía los equipos están ajustando sus piezas y en consecuencia, son más vulnerables.
Pero no solo las ofensivas rivales se han ensañado con el Caracas, sino también los aficionados, quienes no pierden pista para burlarse, como ocurrió en el juego del pasado 15 de octubre en el Monumental, donde a la altura del quinto inning y con la pizarra 15-2 a favor de Cardenales, un aficionado larense rompió el luctuoso silencio que se vivía en el coso de La Rinconada, lanzando a viva voz: ¿Cómo va el marcador?… es que llegué tarde!
Bueno, como dicen por allí que verdugo no pide clemencia, no nos quedó sino reir de la jocosa chispa guara y tragar grueso.
Lo cierto es que el pitcheo caraquista fue un desastre en esos ocho juegos iniciales, salvo contadísimas excepciones como el caso del abridor Jesús Vargas, quien en dos salidas al montículo saldó marca de 1-0 y efectividad de 0.00 al no aceptar carreras en nueve innings, con siete ponches y apenas un boleto y cinco hits recibidos.
El resto dejó mucho que desear, sobre todo Erick Leal, quien fue literalmente zarandeado por Cardenales y Magallanes en sus dos primeras apariciones con el uniforme de los Leones.
Leal aceptó la bicoca de nueve hits y diez carreras en apenas dos innings y un tercio, para dejar una monstruosa e irreal efectividad (¿?) de 38.57.
Como descargo del derecho valenciano debemos intuir que su brazo está agotado, luego de una ardorosa campaña en el beisbol mexicano en la que lanzó 80.1 capítulos en 16 partidos (15 como abridor). Como sea, no ha estado nada bien.
Lo mismo ha ocurrido con el relevista colombiano Jhon Jairo Romero, quien en cuatro juegos no ha mostrado los argumentos que lo llevaron a las mayores en 2021 con los Nacionales de Washington.
Tanto es así que acumuló dos derrotas en estos albores de campaña, en las que el manager interino Hensley Meulens lo utilizó como cerrador. Si bien compiló un salvado, Romero aceptó cuatro hits, entre ellos un jonrón decisivo.
En cuanto al zurdo cubano Julio Robaina, abrió dos juegos y entre ambos apenas superó los cinco innings (5.1), en los que fue castigado con nueve petardos y cinco carreras, para efectividad de 8.44.
Los estadounidenses Sam Bordner y Colin Peluse no lo han hecho tan mal como relevistas. El primero actuó en cuatro juegos, dejando efectividad de 2.25 en cuatro episodios; mientras que Peluse –también en cuatro juegos- aceptó tres imparables en 3.1 innings, para efectividad de 2.70.
¡Caraquistas Forever!