Andrés Espinoza Anchieta | Prensa LVBP
Caracas.- Si la ilusión por contar con los hermanos Cabrera en el terreno de juego del Estadio Universitario es grande para la fanaticada de los Tiburones de La Guaira, para Leobaldo y Oswaldo se trata de un sueño que tenían desde pequeños. A menos de dos semanas para el inicio de la temporada 2023-2024, la dupla está muy cerca de finalmente cristalizar esa fantasía.
Leobaldo, el mayor de los hermanos, se incorporó a las prácticas de los escualos la semana pasada y se tiene previsto que Oswaldo haga lo propio en el transcurso de los siguientes días. Con la campaña programada a subir el telón el venidero 21 de octubre, la posibilidad de compartir alineación desde la misma jornada inaugural es algo que obliga al jardinero a sonreír.
“La opción es 100% real. Mi hermano está por incorporarse al equipo”, aseguró Leobaldo en el inicio de la segunda de semana de entrenamientos oficiales de los salados este lunes. “Es un sueño para nosotros. No jugaba con él desde 2017, cuando lo hicimos con los Yanquis (en Ligas Menores). Es un sueño uniformarme con él y dar lo mejor de nosotros para demostrarle al público de La Guaira lo que tenemos para dar los hermanos Cabrera”, añadió.
El momento tampoco podría ser mejor para el guardabosque, que viene de su mejor campaña como pelotero profesional en los Estados Unidos. Con el Spire City de la Liga del Atlántico (circuito independiente), Cabrera sacudió para una línea ofensiva de .294/.367/.571 en 118 juegos disputados.
Sin embargo, lo más llamativo de su desempeño fue la cantidad de cuadrangulares y remolcadas. El mirandino nunca había conectado más de 13 jonrones e impulsado más de 39 rayitas en una misma campaña, pero eso cambió este año, cuando finalizó con 34 bambinazos y 100 fletadas.
“Ha sido todo un trabajo. El beisbol es bastante complicado, para nadie es un secreto, en especial el bateo”, recordó Cabrera. “Creo que con la experiencia he ido trabajando en huequitos que tenía en el swing. Por ejemplo, el año pasado en Doble A tuve muchos inconvenientes con los pitcheos quebrados, pero vine a Venezuela, me ajusté un poco mejor y traté de llevar eso para allá. Sé lo que puedo dar y hacer. Lo principal es hacer lo que hice en Estados Unidos, divertirme y salir sin presión. Cuando juegas así, las cosas salen bien”.
Esa zafra de los ajustes en su swing también fue la primera para Cabrera en la LVBP. Tiburones alcanzó la fase final del campeonato, pero sucumbió ante los Leones del Caracas en seis desafíos, prolongando una sequía de títulos que casi alcanza los 40 años.
No obstante, nada pudo evitar que el momento fuera mágico para el paleador oriundo de Guarenas, que bateó para .254 en 21 duelos de la ronda regular, con un doble, un triple, un jonrón y 13 carreras impulsadas.
“Fue un orgullo. Era un sueño debutar en la liga venezolana. Gracias a Dios y a la oportunidad que me dieron en el equipo. Nos quedamos con esa espinita, pero esperemos este año salir a competir desde el primer día y poder ganar el campeonato”, expresó.
Tras su excelso desempeño en el circuito independiente este año, las expectativas de la afición litoralense están en su punto cumbre con respecto a Cabrera, que espera mantener el mismo plan de trabajo y apostar por la motivación de compartir con su hermano menor para emular dichos números.
“Físicamente estoy al 100%. De hecho, quise incorporarme temprano a las prácticas por eso mismo, para seguir con el mismo plan con el que he venido desde Estados Unidos. Para seguir caliente, con la velocidad del juego. El cuerpo se siente bien y listo para dar lo mejor de mi acá con el equipo”, aseguró. “Y ahora voy a tener a mi hermano. Las cosas se van a dar bien y espero que Dios me brinde la dicha de repetir esos números que puse en Estados Unidos”, finalizó.
EL DATO
Además de establecer récords personales en cuadrangulares y empujadas este año, Leobaldo Cabrera también hizo lo propio en el departamento de bases robadas, sumando un total de 20. En el beisbol organizado, en donde jugó hasta 2022, nunca pudo estafar más de siete en un torneo y eso ocurrió en su temporada de novato como profesional en 2015.