Hará su debut en la temporada 2023 en una Ducati
Especial Octavio Estrada | Octanopedia / @octano66
El internacional motociclista venezolano Michael Berti hará su retorno a las competencias de velocidad en asfalto en la campaña 2023, cuando tome parte en el Campeonato Australiano de Motos Clásicas al manillar de una Ducati de 750cc construida en 1982.
Sin proponérselo, Michael Berti, residente desde 2015 en la localidad costera de Byron Bay -al Este de Australia, próxima a la llamada Costa de Oro- tomó contacto con un grupo de entusiastas de las carreras de motos que son especialistas en la marca italiana Ducati y de esa amistad surgió la posibilidad de volver a enfundarse el casco y el traje de cuero para retornar a las competencias en la temporada que está próxima a comenzar.
La coincidencia de vivir en la misma población donde tiene su centro de operaciones el preparador de la firma de Borgo Panigale más respetado del continente oceánico, derivó en que Michael Berti volviese a sentir la adrenalina de la velocidad en unas prácticas desarrolladas el pasado mes de noviembre, para luego recibir la invitación formal para tomar parte en la edición 2023 del Australian Historic Road Racing Championship, torneo que arrancará en enero en pleno verano en el hemisferio sur.
“Tenía como 7 años que no me subía a una moto en una pista de velocidad -comentó Michael Berti- la última vez fue cuando estuve como instructor en Qatar. Puedo asegurar que montarse en una moto de 1982 es algo completamente distinto a lo que estaba acostumbrado: siempre manejé motos japonesas, por lo que es mi primera experiencia sobre una Ducati. Todo surgió gracias a la amistad de años que tengo con unos señores que tienen un pequeño taller de motos aquí en el pueblo donde vivo que es Byron Bay, pero resulta que el dueño del negocio fue un gran preparador de Ducati en los equipos oficiales de Superbike en Australia, es el más respetado por todos los seguidores de la marca y de todo el país le confían a él sus motos. El modelo Ducati es un TT2 de 1982 transformada en todo lo que permite el reglamento donde la norma principal es conservar la apariencia exterior original, pero por dentro pueden hacerse muchas modificaciones. Sin exagerar, ha sido trabajada como una de MotoGP con un cuidado extremo hasta en el más mínimo detalle a pesar de tener 40 años de haber sido construida. Probé la moto, el dueño quedó contento, yo también, y además manejaré otra Ducati similar de otro coleccionista. La TT2 está ubicada dentro de la categoría del Periodo 5 que agrupa las motos desde 1973 a 1982 en la clase Unlimited con cilindrada desde 750cc a 1300cc”.
El caraqueño Berti debutó en el motociclismo venezolano en 1994 y llegó a luchar por el título latinoamericano de 600cc Supersport en 1998 y 1999, se radicó en España en 2001 donde se midió varios años en el competitivo certamen CEV de Supersport, además de correr en varias ediciones de las 24 Horas de Montmeló, en Barcelona. En 2012 y 2013 participó también en el Copa del Mundo FIM Bajas en el que alcanzó destacadas figuraciones y trabajó directamente como asesor de los prospectos venezolanos Gabriel Ramos y Edgar Gallipoli en el certamen ibérico y luego en el Campeonato Mundial de Moto3 junto al equipo alemán Kiefer Racing, estructura que también contó con la participación del doble campeón mundial de 250cc, Carlos Alberto Lavado Jones.
En la inmensidad del territorio australiano, cada región o estado cuenta con unos reglamentos técnicos propios para las motos clásicas, calendario que se desarrolla en pistas mundialistas como Philippe Island o Eastern Creek, además de los circuitos locales de menor envergadura. Por cierto que si bien Michael Berti será el primer venezolano en competir en un torneo de velocidad para motos clásicas en Australia, en Europa y específicamente en la modalidad de motocross, en los últimos años el campeonísimo Tomas Goinger también ha participado en varios eventos en territorio francés junto al galo-venezolano Franck D’Oleon, quien compitió en el certamen nacional de motocross en los años 80 y 90.
Las competencias de motos clásicas o vintage forman parte habitual de los calendarios de las distintas federaciones en las principales naciones de Europa, Norteamérica y Oceanía, reuniéndose centenares de máquinas que pueden llegar a tener más de 70 años de fabricación, pero que son llevadas a la pista en perfecto estado de funcionamiento y presentación, confrontadas en distintas categorías de acuerdo al año de construcción y la cilindrada, manejadas por entusiastas centauros que usualmente son tan mayores como sus máquinas y que además son los propietarios de las mismas.