José Ángel Rodríguez Suárez | Prensa LVBP
Barquisimeto.- En el profundo dugout de Cardenales de Lara espera Ángel Reyes. La distancia entre los escalones que dan entrada al refugio de los equipos en el Estadio Antonio Herrera Gutiérrez y una segunda fila de asientos, es extensa, lo suficiente como para que desde el terreno no se observe qué protagonistas reposan allí. Sólo al adentrarse, se descubre el misterio.
La presencia de Reyes en el nido cardenal le representa un nuevo cambio de piel. Un ejercicio que se ha vuelto natural para él cuando llega enero. En las últimas tres postemporadas de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, ha sido escogido siempre como refuerzo para la semifinal y, eventualmente, ha disputado la serie por el título con los equipos que le han tomado desde Águilas del Zulia, en cada una de esas oportunidades.
Sus travesías para reforzar a Navegantes del Magallanes (2021-2022), Tiburones de La Guaira (2022-2023) y la bandada escarlata han sido suficientes para encumbrarlo como el bateador más productivo en la historia del circuito, en esa condición. Nadie ha conectado más jonrones (14) ni empujado mayor cantidad de carreras (48) que el oriundo de Barcelona, hasta antes del cuarto juego de la Gran Final ante los escualos.
El miércoles, en el segundo encuentro frente al cardumen, rompió la paridad que mantenía con Alex Romero, con 46 impulsadas, para quedar en soledad en el liderato histórico, de acuerdo con PelotaBinaria. Una semana antes, aún en Round Robin, disparó contra Bravos de Margarita el vuelacerca que rompió el empate con 13 cuadrangulares junto a Luis Jiménez.
“Me llena de orgullo estar entre esos nombres, que para mí son históricos. Como el de Romero, que fue mi compañero de equipo y llegó a los 1.000 hits; lo respeto, quiero y admiro mucho. No me esperaba estar de primero tan temprano”, dijo Reyes a LVBP.com, mientras sostenía con ambas manos el madero, su herramienta predilecta. “Uno nunca quiere ser refuerzo, porque el enfoque cuando comienza cada temporada es llegar a la meta con nuestro equipo, que en mi caso es Águilas. Sin embargo, estoy muy agradecido con todos los clubes que han confiado en mí”.
Con Romero, más allá del vínculo de ser toleteros rendidores como adiciones o sustituciones para los playoffs, y el compañerismo en la divisa rapaz, le une un lazo con tintes de discípulo.
“Alex Romero es una de las personas que más ha conversado conmigo a lo largo de mi carrera. Me ha dado infinitos consejos sobre la paciencia y la constancia”, expresó el oriental de 28 años de edad, en la tranquilidad del dugout. “Él confía mucho en mí, y me impulsa a que yo también crea más en mí. ¿Quién mejor que una persona que entregó toda su vida a esta liga para decirte esas cosas?”.
Desde la zafra 2019-2020, cuando tuvo su primera experiencia en postemporada en cualquier condición, Reyes lidera los apartados de extrabases (40), jonrones (16), dobles (23), almohadillas alcanzadas (169), carreras creadas (64.0) y es el único con 60 o más remolques (61), teniendo a Balbino Fuenmayor como un lejano escolta (50).
“Yo no trabajo para romper récords”, aseguró. “Lo hago para mi bienestar personal y ser mejor cada día. Compito contra mí mismo diariamente”.
En ese reto cotidiano, valora el trabajo que se realiza cada jornada antes de que el abridor contrario suelte la primera bola del encuentro. Es un fiel creyente del hábito como piedra angular del éxito.
Las prácticas de bateo se ven reflejadas en el terreno de juego.
“Todas las cosas que tú trabajas en el cage, te las llevas al play”, aseguró. “Yo siempre llevo mi rutina en cada práctica de bateo, porque me llena de confianza antes de cada juego”.
Y si alguien transmite seguridad a sus cofrades, además de un sentido de precaución a sus rivales cada vez que se aproxima al cajón de bateo, ese es Ángel Reyes. Da la impresión de que con cada turno que consume algo grande está por suceder. Y así ha sido. Los hechos le respaldan.
EL DATO
Ángel Reyes sólo ha disputado 13 de sus 79 juegos en postemporada (hasta antes del encuentro del sábado contra Tiburones), con el uniforme del Zulia. 11 de esos encuentros fueron en la 2019-2020, la de su estreno, y los otros dos en la reciente Ronda del Comodín que la escuadra occidental perdió ante Tigres de Aragua.
“Yo cada temporada me mentalizo a clasificar a la postemporada con Águilas. Este año fue frustrante, porque pensé que teníamos la oportunidad de llegar, pero no se dieron las cosas. Nos va tocar. Yo sé que nos va a tocar”, expresó.